iRobot Ava 500 es un robot que podemos controlar remotamente y cuenta con todos los accesorios. Desde un sistema de navegación para permitirnos movernos a nuestras anchas, pasando por una pantalla de 21,5 pulgadas pensada para mostrar nuestro rostro, altavoces, y cámara para grabar el área en la que está el AVA 500.
Este tipo de articulo pertenece a un nicho de mercado relativamente joven, los robots de telepresencia, que de a poco están ganando cada vez más éxito, y cuya misión principal es, claro, emular la sensación de que su usuario está en el lugar.
De cualquier modo, no se trata de un artículo que cualquiera pueda permitirse adquirir. Va dirigido a un público muy, pero muy selecto, y probablemente no serán particulares lo que los comprarán, sino empresas que necesitan mantener a su personal en más de un lugar al mismo tiempo.
El costo de este artículo es de 70.000 dólares, que podrán o no ser pagados en cuotas mensuales de 2.000 dólares.
Por: gizmologia




En el libro de la destacada historiadora mexicana Patricia Galeana, titulado: “La correspondencia entre Benito Juárez y Margarita Maza”, editado por la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, se percibe una relación entrañable, respetuosa y sumamente amorosa entre ellos dos. Según Galeana, su obra retoma “la parte más sensible” del epistolario entre Juárez y su esposa. A través de sus líneas, el Benemérito de las Américas se nos aparece como “un magnífico padre y compañero que supo escuchar los consejos de su intuitiva pareja. No a la manera que lo han estado manejando algunos historiadores con una visión ideologizada”, señala Patricia Galeana en una entrevista con “La Jornada”.
Es una de esas noticias que generan terror. Tras la detención de Manuel Plancarte, supuesto sobrino de Enrique Plancarte de los Caballeros Templarios, se anunció que la Procuraduría de Michoacán y la PGR estarían investigando una presunta red de secuestradores de menores de edad a quienes se les sacrificaría para extraerles órganos para su venta.
Al igual que Joseph Ratzinger —el Cardenal que no quería el Papado—, Jorge Bergoglio tampoco quería ser Papa. Así lo dijo en junio, en una reunión con jóvenes estudiantes católicos de Italia y Albania. No ha sido la única declaración “polémica” que ha realizado. Francisco, como se le conoce ahora y tal como pasará a la historia durante éste, su primer año al frente del Vaticano, se ha encargado de mover el tapete sobre varios asuntos, pero a diferencia de Benedicto XVI o el propio Juan Pablo II, lo ha hecho igual al exterior que al interior de la Iglesia católica.
Un rabino judío y un sacerdote católico charlaban acerca de sus respectivas prácticas religiosas. El cura le preguntó al rabino: “Ustedes tienen prohibido comer carne de cerdo. ¿Jamás la ha comido usted?”. “Quisiera poder decir que no -contestó el rabino avergonzado-, pero una vez sucumbí a la tentación y me comí un sándwich de jamón. Ustedes, por su parte, hacen voto de castidad. ¿Jamás ha faltado usted a la regla del celibato?”. “Quisiera poder decir que no -se apenó el sacerdote-, pero una vez caí en la tentación y forniqué con mujer”. Después de una pausa comentó el rabino: “Mucho mejor que el sándwich de jamón ¿verdad?”.