1. Dieta equilibrada: Enfócate en incorporar alimentos integrales como frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables en tus comidas diarias. Estos nutrientes apoyan la energía, la salud de la piel y el bienestar general.
  2. Ejercicio regular: Intenta hacer al menos 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días de la semana. Actividades como caminar, hacer yoga o entrenamiento de fuerza mejoran la salud cardiovascular, la fuerza muscular y el estado de ánimo.
  3. Manejo del estrés: Tómate tiempo para relajarte y practicar la atención plena. Técnicas como la respiración profunda, la meditación o simplemente pasar tiempo en la naturaleza pueden ayudar a reducir el estrés y mantener la claridad mental.