El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, cesó ayer a tres de sus ministros, a su jefe del servicio de inteligencia y a otros 3 funcionarios, en un intento de aplacar las protestas ciudadanas por los escándalos de corrupción que sacuden su gobierno, aunque algunos analistas estiman que las presiones continuarán.

El mandatario anunció la salida de los ministros de Gobernación, Mauricio López; de Medio Ambiente, Michelle Martínez, y de Energía y Minas, Edwin Rodas, así como de del jefe del servicio de inteligencia del Estado, el exministro de Defensa Ulises Anzueto.

Además, destituyó a Edi Juárez, viceministro de Seguridad y a los interventores de los puertos Quetzal y Santo Tomás de Castilla.

El cese de López, un militar retirado como el propio Pérez, es el más sensible debido a que era considerado como uno de sus hombres más cercanos.

López era el encargado de la seguridad pública y el ejecutor de la política de “mano dura” contra la criminalidad, que fue la principal promesa de campaña de Pérez y que hasta ahora no ha podido cumplir.

Por: Excelsior