Luis Alejandro Vázquez, artista plástico queretano, se infiltra en el pasado para rescatar técnicas y métodos antiguos, con el afán de aplicarlos en su obra valiéndose de las nuevas tecnologías.

 

El jóven artista no pretende más que acercarnos a la estética, vigilada por las horas en el frenético paso de los días, enramada la mirada al pasao, con la profunda sensibilidad de Luis Alejandro Vázquez, que no deja desapercibido aquello que nuestros ojos solo miran, pero no observan en la líada belleza de nuestra realidad cotidiana.

 

Artista de sangre queretana, ha estudiado con los principales maestros del arte realista de nuestro tiempo, como Santiago Carbonell y Guillermo Muñóz Vera; así como los príncipes del realismo clásico como Graydon Parrish y Tony Curanaj, en la ciudad de Nueva York.

 

Su exposición, Conversaciones: Oriente y Occidente, es una bitácora del recorrido entre lo viejo y el nuevo mundo, un diálogo íntimo entre culturas que se antoja irreconciliable por la geografía y las costumbres. Ha recorrido los principales museos de México y actualmente se exhibe en el Museo Casa Diego Rivera, en la ciudad de Guanajuato, Guanajuato.

 

Luis Alejandro retrata, espléndidamente con técnica realista depurada y precisa, historias que surgen desde las primeras caravanas de comerciantes hasta el abrumador mecanismo de la globalización, una narrativa que acerca lo lejano.

 

Conversaciones: Oriente y Occidente, evoca un peregrinaje donde el observador es cómplice de la mirada del artista y juntos, él y nosotros, nosotros y él… reproducen las imágenes. La auténtica belleza de la pintura realista se oculta en la timidez de su proceso creativo y en su colorido crecimiento entre luces y sombras.

 

Otro misterio radica en Luis Alejandro: la apreciación estética de lo que no se ve en las miradas simples sino que nos invita a una interpretación, más libre para lograr adueñarnos de lo ajeno y privado: el arte de Luis Alejandro Vázquez.