Investigadores del Campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València y la empresa valenciana Venalsol, en España, han desarrollado un módulo racionalizador de energía para iluminación que permite un incremento del ahorro energético de un 40% en la iluminación industrial y vial adicional al que ofrece la tecnología de partida -la iluminación por inducción electromagnética- que ya alcanzaba un ahorro medio del 50% sobre la iluminación tradicional. En la actualidad el sistema ha sido patentado y está empezando a ser comercializado.

La empresa Venalsol está liderada por Jaume Peiró, Ingeniero Industrial de 34 años por la Universitat Politècnica de València y por Vicente Pellicer, titulado en Electrónica de 37 años. Estos emprendedores valencianos han decidido apostar por la diferenciación basada en la innovación: “Como empresa queríamos conseguir una tecnología más robusta y fiable que la existente y por eso buscamos el apoyo de la UPV”, afirma Vicente Pellicer. Desde la Universitat Politècnica de València se ha desarrollado el prototipo no comercial en el que se ha basado el producto patentando. Los autores de la invención son los profesores del Campus de Gandia de la UPV, integrados en instituto de investigación IGIC, Tomás Sogorb, José Pelegrí Sebastiá y José Vicente Llario Sanjuan, con el apoyo de Antonio Bou, técnico de apoyo a la investigación y la docencia, todos ellos en el área de las Telecomunicaciones.

Según Pepe Pastor, director del Campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València, la patente desarrollada entre el grupo de investigadores del Campus y los jóvenes emprendedores que lideran la empresa Venalsol es un ejemplo de los excelentes resultados que puede dar la colaboración universidad-empresa. “En la UPV y en concreto en el Campus de Gandia disponemos de excelentes instalaciones, investigadores y personal de apoyo lo que, unido al empuje emprendedor de nuestros titulados, nos puede convertir en un gran motor de económico y de innovación”.

Tomás Sogorb, investigador del Campus de Gandia de la UPV participante en el desarrollo del módulo racionalizador de energía, explica que ha sido diseñado para mantener siempre un factor de potencia cercano a 1, es decir, la máxima eficiencia, tanto cuando está aportando un 100% de luz como cuando está aportando un nivel inferior. “El módulo se auto-calibra, con lo que se consigue mayor estabilidad y menor vulnerabilidad frente a las bajadas de tensión en los tramos finales de las calles. También se reduce el consumo de energía reactiva, una energía que no se aprovecha, pero que se consume y se paga. En otros sistemas de iluminación, el factor de potencia empeora y el consumo de energía reactiva aumenta cuando a partir de ciertas horas de la madrugada se reduce el nivel de luz para ahorrar energía, algo obligatorio en iluminación vial’, explica el investigador.

Por: noticiasdelaciencia