Por. Psic. Yivia Oliveri Rivera

Psicóloga Educativa,

Especialista en Educación Especial en nivel inicial y preescolar,

Docente de la Facultad de Psicología de la UAQ.

Ponente en diversos congresos nacionales e internacionales. Maestría en Docencia de la E.F.

 

TODOS HABLAN DEL BULLIYNG, PERO…¿Y DEL MOBBING QUIÉN?

Hoy en día basta abrir los periódicos y escuchar los noticieros para obtener información sobre lo que ocurre en las instituciones educativas respecto al acoso escolar o mejor conocido como bulliyng, el fenómeno ha crecido a tal magnitud que incluso dentro de la reforma educativa, se ha incluido un noveno rasgo de normalidad mínima que obliga a la atención de una sana convivencia escolar; sin embargo, esto está enfocado a cuidar las relaciones sociales sanas entre los estudiantes, pero… ¿quién salvaguarda la sana convivencia entre los educadores y las autoridades educativas?

El ambiente para una sana convivencia escolar no solo puede centrarse en los estudiantes, pues docentes y administrativos son parte de la comunidad escolar, tal pareciera que en dicho sector no pasa nada. La realidad en las instituciones educativas es que no coexisten los ambientes sanos y propicios para la convivencia; al igual que el acoso escolar se presenta entre los estudiantes, entre los trabajadores el fenómeno está presente también, es el denominado Mobbing o acoso laboral.

Hirigoyen define el Mobbing como:

Cualquier manifestación de una conducta abusiva y, especialmente, los comportamientos, palabras, actos, gestos y escritos que pueden atentar contra la personalidad, la dignidad o la integridad física o psíquica de un individuo, o que puedan poner en peligro su empleo o degradar el clima del trabajo.(2001)

Un estudio realizado por la Oficina Regional de Educación para América Latina y del Caribe de la UNESCO llamado “Condiciones de Trabajo y Salud Docente” reporta como indicadores de un ambiente hostil para los docentes lo siguiente:

  • A los maestros no se les proporcionan los medios adecuados para desempeñar su trabajo.
  • El 52% de los profesores proveen ellos mismos el material para trabajar.
  • Falta de cooperación de autoridades y padres de familia para la atención de las necesidades educativas de los servicios.
  • La violencia es un problema recurrente para los docentes, quienes perciben su entorno como peligros.
  • En lo que respecta a las condiciones sociales entre compañeros de trabajo, reportan hostigamientos, malos tratos, indiferencias. (UNESCO:2003)

Ante esta situación, es importante se tome consciencia de lo que ocurre en los ambientes escolares, entendiendo y atendiendo de manera holísitca el fenómeno del acoso, si prevenimos casos de acoso laboral en las escuelas, garantizamos un ambiente más sano y promotor de la sana convivencia entre la comunidad educativa.

Un primer paso es realizar un diagnóstico del clima escolar, para el cual recomiendo emplear la “Batería de instrumentos para la evaluación del clima escolar en escuelas primarias” editado por el INEE. Dicha evaluación permitirá detectar las áreas de oportunidad en los diversos sectores de la comunidad escolar (Docentes, administrativos, padres de familia y estudiantes). Una vez identificadas las áreas de oportunidad, la institución tiene elementos para planear y poner en marcha un plan de intervención con apoyo de expertos, para generar ambientes con mejores relaciones interpersonales permitiendo alcanzar los propósitos educativos.

Si están interesados en profundizar más sobre este tema les recomiendo leer:

“Cuando el Trabajo nos Castiga. Debates sobre el mobbing en México”, coeditado por Ediciones      Eón y la Universidad Autónoma Metropolitana – Unidad Azcapotzalco.