Padres Fantasmas
En la película “Interestelar”, al despedirse de su hija, el protagonista (Cooper) le dice: “Los padres estamos aquí para ser memorias para nuestros hijos… una vez que eres un padre, eres el fantasma del futuro de tus hijos”. Si bien la elección de palabras tiene que ver con la trama de la película, la idea me ha estado dando vueltas en la cabeza y vale la pena explorarla.
¿Qué quiere decir Cooper con esta expresión?
Como psicoterapeuta, lo primero que me recuerda es lo que llamamos “introyección”, es decir, el proceso por el cual, desde niños, internalizamos ideas, conductas y en ocasiones la totalidad de la personalidad de otros, casi siempre nuestros padres. Freud afirmaba que gran parte de quien somos se compone de patrones, conductas y reglas impuestas por otros y adoptadas como propias. Perls agrega que tales introyecciones son “tragadas” sin analizar, y por ello es sumamente difícil cuestionarlas, sino que tendemos a repetirlas inconscientemente. Esto es mucho menos abstracto de lo que suena. ¿Quién no ha escuchado en su mente la voz de sus padres, repitiéndose como discos rayados una y otra vez, a veces aconsejando y muchas otras regañándonos? ¿Cuántas veces nos damos cuenta con sorpresa o risa –pero a veces con horror- que nos estamos convirtiendo en nuestros padres?
Efectivamente, para bien o para mal, nuestros padres viven en nuestras mentes. Te invito a observarlo en tu propia experiencia. Sólo escucha por un rato tu diálogo interior, tus acciones y tus palabras y, si pones atención, muy pronto vas a descubrir quien está hablando por tu boca. Es más, luego de descubiertas, una vez que le comienzas a poner atención estas voces, no es tan difícil decidir qué hacer con ellas. Si te sirven, consérvalas; de lo contrario, trabaja en cambiarlas.
La introyección es sin duda una manera en la que nuestros padres son fantasmas en nuestra memoria. Pero vamos más allá…
Dejemos de ver hacia el pasado y pongamos atención en el presente. Independientemente de lo que haya sido tu infancia, ¿de qué manera estas siendo tú el guardián de la memoria de tus hijos? ¿Estamos procurando que las experiencias que tengan hoy, de nosotros y del mundo, se conviertan en memorias que atesoren en el futuro? Memorias que forjen quienes llegarán a ser y como nos recordarán.
Es un misterio que es lo que alcanza a registrarse en nuestra memoria. ¿No te parece sorprendente que muy seguido nos podemos acordar del nombre de nuestros compañeros de primaria pero no de nuestros últimos cinco cumpleaños? ¿Cuántas veces debemos confesar que no recordamos algo supuestamente importante, mientras llevamos grabados momentos que parecieran totalmente ordinarios o sin relevancia? ¿Qué es lo que hace que un evento se convierta en un recuerdo?
Recordamos experiencias, buenas y malas. Las memorias se conglomeran alrededor de sentimientos. Recordamos como algo o alguien nos hizo sentir. ¿Pones atención en el mundo interior de tu hijo o hija? ¿Te interesas por lo que sienten? ¿Saben que respetas y valoras sus pensamientos y sus emociones?
En otro momento de la película, el protagonista dice que “cuando te conviertes en padre, algo se vuelve muy claro, que tu mayor deseo es hacer todo lo posible para que tus hijos se sientan seguros”. ¿Qué estamos haciendo hoy –como padres y como sociedad– para que nuestros niños y niñas se sientan seguros, aceptados y amados incondicionalmente?
Es un hecho que, de una u otra manera, día con día, nos estamos convirtiendo en recuerdos de nuestros hijos. Ten presente que en un futuro, mucho más cercano de lo que crees, serás sólo un fantasma en su memoria. De ti depende HOY, ir forjando esos recuerdos y el modo en que continuarás vivo en ellos; como un fantasma, un monstruo, un amigo, un desconocido…
Pero por otro lado, tal vez estoy totalmente equivocado…
@Re_descubrir