El Gobierno que merecemos…
«Hago oración por que podamos encontrar y construir el gobierno que merecemos»
Alejandro González Iñárritu
Es imposible ignorar que estamos, otra vez, en época de elecciones. La propaganda nos rodea y demanda nuestra atención. Vemos fotos retocadas de candidatos y candidatas de los partidos de siempre y de muchos que, al menos yo, jamás había escuchado.
Pero no voy a escribir de política. Siendo honesto, no hay mucho que pueda aportar a la discusión. Sin embargo, al verme bombardeado por todos los frentes con promesas de las maravillas que los candidatos van a hacer si los favorecemos con nuestro voto, recuerdo las palabras arriba citadas de González Iñárritu al recibir el Oscar a la mejor película este año. Nunca he ganado un Oscar, pero me imagino que en ese momento, es difícil encontrar las palabras correctas. Es decir, no estoy seguro si las palabras son lo que en ese momento de nervios pudo decir, o resultado de cuidadosa cavilación. En todo caso son palabras sugestivas que vale la pena desmenuzar.
“Hago oración” esto me sugiere fe. No sabemos fe en qué o en quién. Puede ser en un dios supremo, en el universo, el destino o incluso en los “compañeros mexicanos” a quienes dedica el premio. Indica la esperanza de que se trata de que es algo realizable. “Podamos” del mismo modo sugiere posibilidad, algo que es alcanzable, que se puede llevar a cabo, hacer realidad.
“Encontrar” esto indica que, al menos en su opinión, no lo tenemos, pero que existe “allá afuera” y por lo tanto es susceptible de ser hallado. Basta con ver la situación del país para asentir en acuerdo con él de que muy probablemente dicho gobierno está por lo menos extraviado. Sería interesante preguntarnos si alguna vez lo hemos poseído o si se trata de un ideal inalcanzable (algo así como el sueño imposible del Hombre de la Mancha).
“Construir” esta palabra me sugiere que está hablando de algo que es necesario ensamblar o edificar. Construir implica trabajo, tiempo, dedicación y empeño. Algo que construyes no lo encuentras. Me parece que es más difícil, pero más satisfactorio, construir que encontrar algo.
“El gobierno que merecemos” ¡oh, oh! Ahora si estamos en problemas, pues salimos del campo de las definiciones para entrar al espinoso de juicios de valor. “Merecer” implica ser digno de algo, dependiendo de nuestras acciones, puede ser un premio o un castigo. Es alcanzar algo, resultado de nuestro esfuerzo (o su ausencia). ¿Quién y cómo decidir que gobierno merecemos? Me parece que González Iñárritu esta pensando en la nobleza de los mexicanos. De ahí se desprende que un pueblo noble, merece un gobierno noble, del mismo modo que un pueblo malvado merece (es decir se hace acreedor) a un gobierno malvado. Hasta ahí creo que vamos de acuerdo. Si tenemos (como parece sugerir) un mal gobierno, claramente no nos lo merecemos, pues nosotros somos buenos. ¿Cierto?
Sin embargo se supone que vivimos en una democracia (aunque muchos cuestionarían esta aseveración). Es decir, donde el pueblo (las mayorías) elegimos el gobierno que tenemos. Es por esto que la oración de Iñárritu se torna complicada y hasta dolorosa, pues estrictamente hablando, YA TENEMOS el gobierno que merecemos, el gobierno que nosotros mismos nos estamos dando. ¡Ouch!
Criticar a nuestro gobierno y criticar a los mexicanos (y a la selección) parece deporte nacional y no tengo ninguna intención de contribuir a ello. Simplemente quiero invitarnos a considerar, ¿que tal si efectivamente tenemos el gobierno que merecemos? Y si tal pregunta les parece casi insultante, ¿qué estamos haciendo -tu y yo mi querido lector- para cambiarlo? Si realmente no tenemos el gobierno que merecemos, ¿cómo estamos hoy trabajando -es decir, no sólo hablando o escribiendo- para construir (por que efectivamente no es algo que se encuentra como un tesoro oculto) ese México que queremos para nosotros y nuestros hijos? Si no sabes que hacer, hagamos como dijo Denise Dresser en alguna ocasión “El que no sepa qué hacer por México que se ponga a saltar en un solo pie y algo se le ocurrirá”.
¿Saltamos?
Pero por otro lado, tal vez estoy totalmente equivocado…