En cualquier etapa de la vida es importante tener una alimentación saludable que incluya frutas, verduras, cereales y productos de origen animal; esto a su vez debe ir acompañado de alguna actividad física que permita mantener un peso adecuado; sin embargo, durante el embarazo es vital mantener una alimentación saludable y balanceada, ya que ésta es la fuente de nutrientes para el adecuado crecimiento y desarrollo del bebé.

Por lo anterior, la Secretaría de Salud del Estado de Querétaro informa sobre los múltiples beneficios de una alimentación balanceada en el embarazo, ya que existe evidencia que la nutrición materna es uno de los principales determinantes del Peso al Nacer y del retardo en el crecimiento intrauterino.

El embarazo es considerado actualmente un estado en la mujer de mayor vulnerabilidad nutricional. Se ha observado que las bajas concentraciones de hemoglobina, indicativas de anemia moderada o grave durante el embarazo, vienen asociadas a un mayor riesgo de parto prematuro, mortalidad materno-infantil y enfermedades infecciosas.

La anemia ferropénica puede afectar al crecimiento y el desarrollo, tanto en la etapa intrauterina como a largo plazo, razón por la cual, durante el embarazo se debe consumir una cantidad adicional de hierro para disponer de reservas suficientes y prevenir la ferropenia durante la gestación.

Por otra parte, debido a diversos factores culturales, la dieta se ha ido modificando y se han incorporado diversas prácticas alimentarias con mayor aporte calórico, que a su vez, impacta de forma negativa la salud de la madre y del recién nacido, dando como resultado un mayor número de embarazadas con sobrepeso, obesidad o alguna comorbilidad como hipertensión, dislipidemias y diabetes, lo que aumenta el porcentaje de niños macroscópicos.

Es así que, por un lado se encuentran trastornos alimentarios que llevan al consumo excesivo de alimentos de poca o baja calidad nutricia, y por otro lado, un consumo insuficiente de alimentos que repercuten en la salud de la embarazada y el recién nacido.

La alimentación saludable en el embarazo debe ir acompañada de actividad física. Una gestante sana con un embarazo de evolución normal, no tiene ningún riesgo para la salud de ella ni del bebé. Los beneficios se observan no sólo durante el embarazo, sino también en el parto y postparto.

Las recomendaciones durante el embarazo y posparto, excepto en los casos en que esté contraindicado, se basan en actividades orientadas al mantenimiento o mejora de la actividad aeróbica, así como la fuerza y resistencia muscular. Se aconseja la práctica de un ejercicio aeróbico regular 30 minutos al día, realizado con una intensidad moderada entre 3 y 5 veces por semana.

Asimismo, se aconseja hacer ejercicios de bajo impacto como caminar, natación o gimnasia en el agua. También son aconsejables ejercicios de fortalecimiento muscular.

Se debe evitar realizar ejercicio físico de alta intensidad, así como los aumentos bruscos de la cantidad de ejercicio. El ejercicio físico practicado con regularidad, y siempre que no esté contraindicado por alguna patología o por un embarazo de alto riesgo obstétrico, proporciona a la embarazada una mejor condición física general, mejora la función cardiovascular y muscular, evita el aumento excesivo de masa, mejora la tensión arterial y protege frente a la diabetes gestacional.

Además disminuye las molestias causadas por las modificaciones fisiológicas del embarazo como pueden ser las molestias digestivas, el insomnio, problemas psicológicos como ansiedad o depresión.

Cabe destacar que en Servicios de Salud del Estado de Querétaro (SESEQ) en 2014 se tuvo en control 28 mil 800 embarazadas y se otorgaron 130 mil 304 atenciones en unidades de primer nivel.

En el primer semestre de 2015 se tuvieron en control a 14 mil 120 embarazadas, a quienes se otorgaron 64 mil 67 atenciones.

En los centros de salud se cuenta con personal de salud capacitado que brindan atención a las embarazadas, haciendo énfasis en la detección de desnutrición, sobrepeso, obesidad y comorbilidades asociadas; refiriendo a estas usuarias, para una atención integral, a las diferentes áreas especializadas.

Por último, la Dependencia Estatal emite las siguientes recomendaciones sobre la alimentación y la actividad física durante en el embarazo:

  • Realiza 3 comidas y 2 colaciones.
  • Incluir 5 frutas y verduras diariamente
  • Evitar el consumo de azúcares simples como: azúcar de mesa, refrescos, jugos, pan dulce, etc.
  • Evitar alimentos fritos, capeados o empanizados.
  • Evitar el consumo excesivo de sal de mesa.
  • Realiza actividad física 30 minutos, de3 a5 veces por semana.