CHICAGO — Un hombre que llevaba en brazos a un bebé atrapó sin guante un elevado, impidiendo que el mexicano Adrián González, primera base de los Dodgers de Los Ángeles, capturara la pelota, lo que derivó en que se marcara una interferencia en el juego del martes.
Con dos outs y sin hombres en las bases en el segundo inning del encuentro disputado en el Wrigley Field, el jardinero derecho de los Cachorros de Chicago, Jason Hammel, elevó un globo de foul ante el lanzador Zack Greinke. El «Titán» González persiguió la pelota y se estiró por encima de la lona enrollada, en busca de hacerse de la pelota.
Pero Keith Hartley, residente en Chicago, atrapó la pelota con la mano derecha, mientras llevaba en el brazo izquierdo a Isaac, su hijo de 7 meses.
«Simplemente lo estaba alimentando con el biberón y vi que la pelota venía hacia nosotros. Lo sujeté fuerte, asegurándome de protegerlo, me puse de pie y la pelota cayó en mi mano», dijo Hartley.
El manager de los Dodgers, Don Mattingly, salió de la cueva y reclamó la interferencia. Los umpires se dispusieron a revisar la repetición, y el público ovacionó a Hartley cuando el video se mostró en la pantalla del parque.
Luego de un ligero retraso, la decisión se revirtió. Hammel quedó out y el inning terminó.
Hartley dijo que no estaba seguro de que fueran a marcar el out. Luego hizo referencia a uno de los elevados de foul más famosos en la historia del béisbol. El espectador Steve Bartman se convirtió en villano de los fanáticos de Chicago en 2003, cuando desvió un elevado de foul que parecía de rutina para Moisés Alou, cuando Chicago estaba a sólo cinco outs de llegar a la Serie Mundial.
«Yo esperaba que esta no fuera una situación como la de Bartman», dijo Hartley. «Algunos de mis amigos me enviaron mensajes de texto que decían ‘eres el anti-Bartman’… por fortuna, los empleados de seguridad de los Cachorros hablaron conmigo y sólo me hicieron una severa advertencia».