Detonar pirotecnia en estas fiestas decembrinas podría terminar con la diversión de jóvenes y adultos, pues el estallido de este tipo de artefactos alcanza hasta los 170 decibeles, duplicando así el rango de sonido permisible para el oído humano, en especial el de los niños.

Se informó que este tipo de explosiones pueden ocasionar daños en el oído interno provocando la pérdida súbita de la audición, que se manifiesta en el momento del impacto, o bien, en el transcurso de los días próximos, afectando a uno o ambos oídos.

El sonido producido por la pirotecnia es corto pero intenso y con eso basta para que al paciente se le desarrolle hipoacusia inducida.

Algunos especialistas comparan el ruido que genera el estallido de una “paloma” con el ruido queequivale al escuchar hablar, por partida doble, al total de la población mundial al mismo tiempo.

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