
Los niños, adolescentes y adultos jóvenes que escuchan música a alto volumen durante su trayecto en el transporte público, o en el trabajo y en la escuela, tienen un riesgo más elevado de sufrir pérdida auditiva a partir de los 30 años, cuando este proceso debe ocurrir hasta los 60 años.
Es decir, quienes prefieren altos decibeles en sus dispositivos corren 80% más riesgo de tener un daño auditivo a una edad temprana.
A largo plazo este problema podría aislarlos de reuniones, fiestas, conciertos, comidas y encuentros laborales, advirtió la jefa del Servicio de Audiología del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), María Eugenia Mena Ramírez.
Los lapsos cuando los usuarios utilizan más los audífonos son durante el traslado a sus respectivos destinos, en un promedio de una a dos horas.
Si los escuchan a un volumen superior a 60% de la capacidad total de sus dispositivos es como si trabajaran ocho horas en una construcción, sostuvo la especialista.
Las personas entre seis a 18 años son más propensas a utilizar estos dispositivos; más de 70% de los adolescentes de secundaria y bachillerato tienen un dispositivo de estas características, e incluso niños de primaria usan la tableta con audífonos”, explicó.
El problema no es que los tengan, sino que a largo plazo estos adolescentes y también los adultos jóvenes están predispuestos a tener una pérdida auditiva antes de lo previsto, detalló.
Incluso personas que tienen entre 30 y 40 años, si abusan de estos dispositivos con audífonos intraauriculares, también padecerán este problema antes de los 50 años”, dijo.
La especialista resaltó que la pérdida auditiva no significa una sordera profunda, pero sí implica una de las discapacidades más importantes a nivel mundial.
Una persona que tiene pérdida auditiva, no totalmente sordera profunda, sino que tiene pérdida auditiva a los 40 o 50 años, al momento de estar en una conferencia o un restaurante va a perder la mayor parte de la información que está recibiendo”, expresó.
Excelsior.