“Sólo es un amigo”. El comienzo o el final. El final más deseado.

A menos, a-menos, que el nudo de la historia estuviera compuesto por traiciones, hermanas secuestradas, asesinatos con arma de fuego en el granero, sombreros de cowboy y cuernos intrafamiliares. En ese caso, señorita Elizondo, lo aconsejable es que bloquees su número y cambies tus zonas de salida. Cambiarlas mucho. En plan, Tu estilo a juicio. En plan, móntate en el primer avión con destino a Nueva Zelanda que te ofrezca Google y no vuelvas hasta que el sol te haya borrado los recuerdos y España haya ganado Eurovisión.

Pero probablemente ese es no será tu caso (madera, toca esa madera), y, probablemente, la intención tras tu no eres tú, soy yo, que siento que estamos en momentos vitales distintos es la de propiciar un desenlace cordial. Incluso la de que podemos ser amigos no sea sólo una frase que le repita a sus amigos entre cervezas con una imitación barata de tu voz. La de que se convierta en realidad y logréis rebajar la temperatura de la relación si alterar en exceso su composición. La de que mantengáis la amistad.

Y ¿por qué alguien en su sano juicio, se preguntaron en la Universidad de Oakland, en Estados Unidos, querría ser amigo de su ex? Porque no lo está tanto, respondieron en la Universidad de Oakland, en Estados Unidos. Porque puede tratarse de un potencial psicópata.

Según el estudio conducido por el departamento de Psicología de la institución, aquellos que procuran conservar la relación con su expareja lo hacen, en cierta medida, por los beneficios que pueden obtener de ella. Tras cuestionar a los participantes acerca de las motivaciones que los llevarían a tomar tal decisión, concluyeron que, aunque la mayoría lo haría por el valor sentimental, los hombres mostraban mayor tendencia a mantener la amistad por cuestiones pragmáticas, entre ellas, la posibilidad de poder retomar las relaciones sexuales. En estos sujetos se detectaron rasgos psicológicos “oscuros” vinculados a la psicopatía: la manipulación, la frialdad, la falta de empatía y el maniqueísmo.

Ah, la ciencia, dándole una palmadita en la espalda a tu amiga la del te lo dije.

Si en el próximo (inocente, sosegado, descafeinado) café se disparan las alarmas, el botón de bloqueo está en la sección de Ajustes.

Cosmopolitan.

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