El presidente Enrique Peña Nieto presentó este miércoles el proyecto de lo que considera la principal obra de infraestructura de su administración: el nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM)… Pero, ¿dónde se construirá?, ¿cuánto costará?, ¿qué pasará con la terminal actual? y ¿cuándo comenzará a operar?
La Presidencia de la República y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) han presentado información del proyecto que permite responder algunas de estas preguntas, aunque algunos de los detalles todavía están por definir.
A continuación, te presentamos nueve puntos clave para conocer la magnitud de la obra de la nueva terminal aeronáutica.
1. Su ubicación
El nuevo AICM se localizará en terrenos federales ubicados en un costado de la actual terminal. Estas tierras están en la zona del exlago de Texcoco —al oriente del Distrito Federal—, en los municipios de Atenco, Ecatepec y Texcoco, en el Estado de México.
La extensión utilizada será de 4,430 hectáreas, las cuales están actualmente bajo resguardo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), según el sitio oficial del proyecto.
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2. ¿Qué diseño tendrá?
La terminal tendrá seis pistas que podrán funcionar de forma simultánea. Con esto se busca poder atender hasta 120 millones de pasajeros al año.
Tendrá una sola terminal —a diferencia del actual AICM, que tiene dos—, y su diseño tiene la forma de una X e incluye elementos de la simbología nacional: el águila, el nopal y la serpiente del escudo nacional, así como un sol.
La X —que hace referencia a la palabra «México»— es considerada un forma eficiente para extender el número de puertas de embarque, y se usa en otras terminales como las de Abu Dhabi, en Emiratos Árabes Unidos, Nairobi, en Kenia, y la de Incheon, en Corea del Sur.
El techo de entrada evocará al águila con sus alas abiertas en vuelo, un jardín de cactáceas recibirá a quienes lleguen a la terminal y la vía de acceso se contruirá con elementos que simbolicen a la serpiente.
«Hemos concebido un espacio cuya estructura se vinculará con la esencia de nuestro pasado y que nos proyectará al futuro. (…) Se convertirá en la puerta de acceso a México», confió el arquitecto mexicano Fernando Romero, uno de los responsables del proyecto.
«Es una escultura que se extiende», dijo al respecto el arquitecto británico Norman Foster, socio de Romero para esta obra.
3. ¿Cuánto costará?
En principio, el gobierno federal informó que la inversión sería de 120,000 millones de pesos. Sin embargo, este miércoles aclaró en el sitio oficial del proyecto que la inversión inicial ascenderá a 169,000 millones de pesos.
Por el momento, el plan prevé que 58% de esos recursos sea de origen público y 42% de procedencia privada. El dinero público se compondrá de ingresos fiscales multianuales, inversión y excedentes. El privado principalmente provendrá de créditos bancarios y de la emisión de bonos gubernamentales.
4. Los arquitectos y el proyecto
El proyecto arquitectónico ganador fue elaborado por el británico Norman Foster y el mexicano Fernando Romero, quienes compitieron con las propuestas de otros siete despachos.
Foster es uno de los arquitectos más famosos del mundo y ha diseñado los aeropuertos de Beijing, Hong Kong, Kuwait y Panamá. Romero es yerno del empresario Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, y algunos de sus proyectos más emblemáticos son Plaza Carso y el Museo Soumaya, en el DF —ambos edificios propiedad de su suegro—, así como el Centro de Convenciones de Los Cabos, Baja California Sur.
Dentro del gobierno federal, el encargado de supervisar el desarrollo del proyecto será Manuel Ángel Núñez Soto, exgobernador del estado de Hidalgo (1999-2005) y militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al igual que Peña Nieto.
5. ¿Qué pasará con el actual AICM?
El titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, informó este miércoles que el espacio que alberga a la terminal actual será «recuperado» para que ahí se construyan escuelas, hospitales, plazas públicas, áreas verdes y negocios.
«Los terrenos del actual aeropuerto se rescatarán para beneficio de la Ciudad de México. Se convertirán en un espacio que incrementará de manera significativa las áreas verdes de la capital de la República, que eleve la calidad de vida y abra nuevas oportunidades de educación y empleo para los jóvenes», dijo.
Entre las acciones concretas de recuperación que se planean, se incluye el desarrollo del Bosque Metropolitano, con un área de 670 hectáreas, y el acondicionamiento de nuevos humedales y depósitos de basura que generen biogás.
El proyecto prevé la protección del hábitat para evitar afectaciones a especies vulnerables y la desaparición de molestias por el ruido del tráfico aéreo para la población capitalina.
6. Las fechas
Se planea que la primera etapa del nuevo aeropuerto comience a construirse en 2015 y que esté lista para 2020, con tres pistas con operación simultánea y capacidad para atender a más de 50 millones de pasajeros anuales en 550,000 operaciones. La conclusión de la etapa final —es decir, cuando estén listas las seis pistas y pueda atenderse a los 120 millones de pasajeros previstos— aún no tiene fecha.
El proyecto fue pensado como una obra transexenal, planteada con una «capacidad de expansión conforme a las necesidades de desarrollo» del país, esto es, con un programa progresivo alineado con el crecimiento de la demanda. Se calcula que logrará atender las necesidades aeroportuarias del país por los siguientes 50 años.
Aún no está claro cómo será la transición entre el actual y el nuevo aeropuerto. Especialistas consultados por la revista Obras indicaron que si las dos terminales operaran simultáneamente, se podrían presentar problemas por el espacio aéreo, aunque existen opciones como usar uno para la recepción y envío de operaciones al otro como complemento, o coordinar con un solo control aéreo a los dos aeropuertos asignando pistas sin traslapes.
7. Quiénes lo construirán
Aún está por definirse el lanzamiento de la convocatoria para que las constructoras planteen sus propuestas económicas para obtener la licitación, previo al inicio de obras.
Ante proyectos de esta magnitud, es común que las empresas conformen consorcios.
Las compañías más importantes del sector con experiencia en México que podrían participar son la mexicana Grupo Tradeco, la española OHL y Carso Infraestructura y Construcción, de Carlos Slim.
8. ¿De nivel mundial?
La capacidad proyectada para el nuevo aeropuerto en su primera fase hacia 2020, de 50 millones de pasajeros al año, lo colocaría en la vigésima posición a nivel mundial, si se consideran los datos de movimientos de personas realizados en 2013.
En su fase final —aunque aún no se cuenta con una fecha precisa para concluirla—, la terminal capitalina podrá mover hasta a 120 millones de pasajeros, superando al aeropuerto de Atlanta (94.4 millones de pasajeros), que actualmente encabeza el ranking mundial, pero estaría por debajo de otras terminales todavía en proyecto: el nuevo aeropuerto de Londres (172 millones de pasajeros) y el de Estambul (150 millones).
9. Oposición
El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), de la comunidad de San Salvador Atenco, en el Estado de México, ha expresado su inconformidad por el proyecto, pues asegura que perderán tierras que sus integrantes quisieran conservar para la labranza.
“Nos preocupa, nos da mucha molestia porque crea otra vez crea un estado de incertidumbre», dijo Ignacio del Valle, líder del FPDT.
Aunque el dirigente comunitario aceptó que algunos ejidatarios de la zona de Nexquipayac han vendido sus tierras al gobierno federal, advirtió que esto no implica que no haya otros pobladores de este municipio inconformes con el plan, y advirtió que buscarán protestar y defender sus tierras.
«Está en nuestro derecho y lo tenemos que ejercer, el protestar, el agotar las vías legales, la consigna es defender la tierra hasta donde sea necesario», agregó.
Por su parte, el secretario de Comunicaciones y Transportes explicó que las pistas se diseñaron de manera que queden completamente en el interior de una zona de tierras que ya son propiedad del gobierno federal, pero aceptó que en las zonas aledañas el gobierno de la República está adquiriendo terrenos para en ellos mantener «reservas ambientales».
«Para que esta zona en lugar de que un día se llenara de casas y se poblara (…) simple y sencillamente se mantenga como una zona que favorezca el medio ambiente», detalló el funcionario federal.
Con información de Obras.
Fuente: CNN
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