
Algunos venezolanos están diciendo que pagaron esta semana más de 2 dólares por un litro de gasolina en medio de la escasez de combustible que sufre la nación y que coloca tal precio como uno de los más altos del mundo.
Ese costo del litro marca además una dramática reversión para el país miembro de la OPEP que durante mucho tiempo se jactó de tener el combustible más barato del mundo.
Gracias a los fuertes subsidios del expresidente Hugo Chávez y su sucesor y protegido, Nicolás Maduro, la gasolina vendida por la estatal petrolera PDVSA, que tiene el monopolio de las ventas de combustibles, es esencialmente gratuita en Venezuela.
Muchos automovilistas ofrecen a los trabajadores de las estaciones de servicio propinas de bocadillos o unos pocos cientos de bolívares, por debajo de 10 centavos de dólar, en lugar de pago.






