Jaque MateSergio-Sarmiento

Este 6 de junio la junta de gobierno del Banco de México sorprendió al bajar su tasa objetivo de interés interbancario de 3.5 a 3 por ciento.

Es una tasa inferior a la inflación, que se ubicó en 3.51 por ciento anual en mayo.

El Banco de México dijo que la medida se debe a la debilidad de la economía nacional.

Previamente Banxico había reducido su previsión para el crecimiento de la economía mexicana en este 2014 a una banda de 2.3 a 3.3 por ciento del 3 a 4 por ciento anterior.

La razón, “un bache temporal”, según el gobernador Agustín Carstens.

La propia Secretaría de Hacienda bajó su previsión de 3.9 a 2.7 por ciento.

El producto interno bruto creció apenas 1.1 por ciento trimestral anualizado en el primer trimestre de 2014, mismo ritmo de todo el 2013.

La cifra es inferior a un crecimiento poblacional de 1.2 por ciento anual.

Hacienda dice que el problema es temporal, que en el segundo semestre la economía se expandirá con mayor rapidez.

Pero al bajar la tasa de interés el Banco de México expresó su preocupación de que los indicadores no están apuntando todavía a una recuperación.

La situación es mala en todo el país, pero es peor en la frontera norte, agobiada por un incremento del IVA del 11 al 16 por ciento.

Juan Manuel Hernández Niebla, presidente estatal de los Consejo Coordinadores Empresariales de Baja California, afirma que sólo en Tijuana 488 empresas registradas en el Instituto Mexicano del Seguro Social cerraron sus puertas en el primer trimestre de 2014.

Está aumentando la inversión en maquiladoras, por la mejora en las perspectivas económicas de Estados Unidos, pero se ha registrado un descenso de entre 5 y 6 por ciento de las ventas al menudeo.

Del lado positivo se ve la posibilidad de que el gobierno pueda levantar las restricciones al uso de dólares en efectivo con las que el gobierno de Felipe Calderón asestó un fuerte golpe a la economía fronteriza.

El gobierno actual está tratando de forzar la máquina.

Le urge que se perciba una mejoría en la economía para las elecciones de 2015.

El gasto gubernamental aumenta a un ritmo acelerado.

El déficit va en camino de tener su aumento más importante desde las grandes crisis de los años ochenta y noventa.

El Gobierno aumentará la deuda pública en cuando menos 4.1 por ciento del PIB, o sean 721 mil millones de pesos o 55 mil millones de dólares.

La banca de desarrollo tiene instrucciones de prestar tanto como pueda.

Las reformas estructurales, particularmente de telecomunicaciones y energía, deberían generar mayor inversión productiva. Pero esto no ocurrirá de inmediato.

Aun suponiendo que las dos reformas se completaran en las próximas semanas, las inversiones empezarían a fluir lentamente y tardarían varios años en generar beneficios.

Por eso la importancia de forzar el paso de la economía.

Es falso, como dice el ex presidente Lula, que todos los indicadores sean más positivos en Brasil que en México.

Desde hace años las exportaciones mexicanas han venido creciendo a tasas superiores a las del producto interno bruto.

La industria de exportación, con inversión extranjera y libre importación de insumos, ha demostrado ser competitiva incluso frente a potencias del comercio internacional como China y Corea del Sur.

Pero la pura exportación no puede rescatar al mercado interno.

El estancamiento está teniendo un costo muy elevado para los mexicanos.

La reforma fiscal ha representado un golpe importante a la economía.

Quizá los efectos se reviertan en los próximos meses.

Pero este bache temporal puede dejar abollada la carrocería de un auto que no está en las mejores condiciones.

Las COPLEs
Ahora ya no tendremos institutos electorales estatales sino COPLEs, Organismos Públicos Electorales Locales.

El INE, que reemplazó al IFE, tendrá la obligación de nombrar a sus miembros.

Con esto, nos dicen, se resolverá el problemita de la intervención de los gobernadores en las elecciones locales.

¿Será?
Twitter: @sergiosarmient4

Compartir