Si algo no le ha faltado a Jane Lynch es trabajo. Constantemente es requerida para ser la anfitriona de diversas entregas de premios tales como los Emmy (2011) y hace algunos días de los People’s Choice Awards. También es la conductora del programa de juegos con celebridades Hollywood game night, por el que, además, se ha llevado dos Emmy consecutivos. Como actriz, se le ha visto en más de sesenta series televisivas, y se dio a conocer mundialmente como la malintencionada entrenadora de porristas, Sue Sylvester, en Glee -interpretación que le valió un Emmy, un Globo de Oro y un People’s Choice Award- entre muchos premios, mas no es hasta ahora que alcanza su primera protagonización en la comedia Angel from hell (Ángel del infierno).

«De vez en cuando alguien me recuerda ‘bueno, esta es tu serie’ y yo les respondo: ‘¿lo es?’. Porque soy una actriz de reparto y me encanta fijar los ojos sobre los demás», comenta Lynch sobre el tema, instalada en un salón de hotel de Beverly Hills. «Sin embargo, reconozco que es el consenso general, que es mi programa. No es que me haga hincharme de orgullo y tampoco me asusta. Creo que siento ecuanimidad al respecto», mantiene risueña.

Angel from hell, que debuta por canal Warner mañana a las 8:30 pm, tan solo un par de semanas después que en Estados Unidos, sigue las peripecias de Amy (Lynch), una mujer un tanto escandalosa, atolondrada y fanática del trago, quien se le aparece a una dermatóloga llamada Allison (Maggie Lawson), proclamándose como su ángel de la guarda. Por obvias razones, Allison no la toma en serio, hasta que algunas de las predicciones de Amy resultan verdaderas y la chica comienza a creer que hay algún designio fuera de lo normal.

Y aunque Lynch se mantiene muy activa, la comediante y actriz estadounidense asevera que las ofertas no le llovieron al finalizar Glee el año pasado. «Ese no fue el caso. En realidad no tenía un plan. Ya no hago planes porque me di cuenta que a mi vida le va mejor así y que lo mejor para ti es lo que se te aparece en el camino», afirma. «Puede que haya tenido un par de cosas por aquí y por allá, pero nada que me hiciera tomar nota. Pero a Angel from hell le di el sí de inmediato. Llamé a mi agente y le dije vamos a darle play a esto».

A Lynch la conquistó su personaje con defectos incluidos: «Creo que lo que más adoro de Amy es que sus intenciones son verdaderas. Y no creo que se sienta avergonzada por lo mucho que bebe o por tener que vivir en un hogar comunitario o algo así; en realidad no hemos decidido de dónde viene», subraya entre risas.

Este rol, que le viene como anillo al dedo, bien podría tener similitudes con su anterior alter ego en Glee, pero interrogada acerca de si piensa evitar no repetirse, dice con franqueza: «Oh, sí claro. Es muy fácil para las personas decir ‘Jane puede hacer esto’. Y eso no es realmente un reto para mí. Pero una de las razones por las que amo este guión, aparte de que me reí a carcajadas y que pensé que estaba bien escrito, es que ella no es como Sue Sylvester. Amy tiene corazón y no está resguardado, mientras que Sue tenía paredes de acero alrededor de un corazón tierno. La vulnerabilidad de esta mujer es su más grande fortaleza».

Curiosamente, Lynch suelta que de ser un ángel sería tal cual como Amy, «uno que habla fuerte y toma licor», considerando que en la vida real batalló con el alcoholismo. «He estado sobria por 25 años. Solía ser amante de la bebida y de esa experiencia es de donde saco que a ella no le da ninguna vergüenza. Sufrí mucho por el exceso con que bebía y mi vida sufrió también, pero no creo que ella piense que es un problema. Creo que ella está convencida que realza su sentido del ser», explica.

También parece compartir su gusto por la ropa, este ángel lleva todo el tiempo un chaleco militar, así como Sue siempre usaba un mono deportivo. «¿Por qué es eso?», pregunta. «Me gusta el look del chaleco», apunta, y como para probarlo lleva uno puesto. «Bueno, fue un feliz accidente que Sue Sylvester vistiera lo mismo, y Amy también. Es por dos razones: una, no pensar en lo que me voy a poner y como me va a quedar, porque si tienes el cuerpecito de esas lindas chicas de Hollywood, le puedes poner cualquier cosa. Y segundo, no quiero que la gente se pregunte de dónde Amy saca toda su ropa. Es comoMi bella genio, que tenía siempre su atuendo del harem. ¡Pero me cambio la camisa!».

Al mismo tiempo no considera que el título de la comedia sea negativo. «No creo que sea literalmente del infierno. Creo que habla de la dicotomía en su personalidad, es torpe y está borracha una buena parte del tiempo, y quizás no debería intervenir en la vida de Allison. Así que es de ahí de donde pienso que sale lo de ángel del infierno, porque trato de ayudarla, pero esperen a ver la serie, en realidad le trastorno la vida».

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