
Las aerolíneas, abrumadas por la crisis sanitaria del coronavirus y sin perspectivas de repuntar hasta dentro de varios meses, o quizás años, están recortando miles de empleos, lo que afecta a todo el sector aeronáutico.
En una carta abierta, las principales compañías aéreas europeas solicitaron apoyo financiero y regulatorio «urgente» a nivel continental, previo a una video-conferencia, este miércoles, entre los ministros de Transporte del bloque.
Y, esto en tanto se encadenan los planes sociales.
Frente a un crack aéreo que, incluso, podría durar dos o tres años, según expertos y algunos importantes directivos del sector, British Airways anunció el martes la supresión de 12 mil puestos de trabajo sobre un total de 42 mil.
Esa misma jornada, la escandinava SAS y la islandesa Icelandair anunciaron el despido de 5 mil y 2 mil empleados, respectivamente.
Los profesionales del sector, habituados a encajar los golpes y recuperarse rápidamente -como ocurrió tras el 11 de septiembre de 2001 o la crisis financiera de 2008-, en esta ocasión temen al doble efecto causado por una recesión global y las precauciones de los viajeros, paralizados por la rápida propagación del Covid-19 en el mundo.






