Zeferino Domínguez Villanueva lo citaron el pasado 27 de junio en un estacionamiento de la plaza La Cúspide en Naucalpan, para invitarlo a llevar su automóvil deportivo a una exhibición. Ese fue el último día que sus padres tuvieron contacto con él, pues fue secuestrado y matado un día después.

Sus padres ignoraron por cuatro meses que se encontraba en una fosa común en calidad de desconocido, tras ser hallado con impactos de bala en la espalda, un día después de su secuestro, el 28 de junio en la zona de Praderas de San Mateo.

Un sujeto hizo contacto con el joven de alrededor de 17 años de edad, quien era miembro del equipo de futbol americano Bucaneros de Satélite, para citarlo en el estacionamiento del centro comercial de Naucalpan para invitarlo a una exhibición de automóviles, a donde Zeferino se presentó alrededor de las 11:30 de la mañana del 27 de junio.

Cuando su padre intentó hacer contacto con Zeferino para saber cómo había ido el encuentro, se encontró con que las llamadas y mensajes no entraban al número de su hijo. Horas más tarde recibió una llamada en la que le indicaban que este había sido secuestrado y a cambio de liberarlo le pedían una fuerte suma de dinero.

Zeferino quien tenía un Ford Focus RS en color verde brillante, fue ‘levantado’ en una camioneta Pick Up en color blanco. Su deportivo con matrícula NBY7264 también desapareció del centro comercial.

Tras presentarse en el estacionamiento del centro comercial para preguntar por indicios del paradero de su hijo, el padre del deportista solicitó apoyo a la Subprocuraduría Especializada en Investigación y Delincuencia Organizada (SEIDO) quien apoyó en la negociación para lograr el rescate de Zeferino, sin embargo, los delincuentes aseguraron durante la llamada que matarían al joven.

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