Juan Pedro Franco, considerado el hombre más obeso del mundo, confía en que en menos de dos años logre llegar a la meta de tener el peso que le corresponde.

El hombre, de 590 kilos de peso y originario de Aguascalientes, aseguró que no tiene miedo de perder la vida en el camino de este arduo compromiso que adquirió con un grupo de especialistas, encabezados por José Antonio Castañeda, de bajar hasta pesar 80 o 90 kilos.

Con guitarra en mano, el singular paciente de 33 años de edad, aseguró que se siente muy contento y “echándole todas las ganas a todo lo que me dicen los médicos, a los ejercicios que me ponen, no tengo miedo, en todo hay riesgo y encomendados a Dios no pasa nada”.

Añadió que siempre le ha gustado la música y, entre otros instrumentos, toca la guitarra, el teclado y la trompeta. “Siempre he tenido buen humor y buena actitud ante todo, es lo que nos ayuda a estar aquí, pues estar en cama y todavía amargado no es buena mancuerna”.

Por su parte, el cirujano bariátrico del centro Gastric Bypass México, José Antonio Castañeda Cruz, experto en manga y bypass gástrico, mencionó que Juan Pedro se logró estabilizar desde que llegó a Guadalajara.

Explicó que el paciente fue sometido a diversos estudios, entre ellos de corazón y pulmones, así como del problema de diabetes que padece; de tal manera que ya se encuentra estable para entrar a la fase de tratamiento de pérdida de peso no quirúrgico en los próximos seis meses.

Castañeda Cruz informó que una vez que el paciente logre bajar unos 30 o 40 kilos con dieta sana, se le podría hacer una cirugía de cruce duodenal; el objetivo es que el hombre llegue a la operación sin que represente un riesgo muy grande.

Destacó que mediante un tratamiento médico integral buscan salvar la vida de Juan Pedro Franco, en el que participan médicos de diferentes disciplinas.

Se hará todo lo científicamente posible para cambiar el panorama a este paciente y mejorar su expectativa de vida”, dijo.

Explicó que debido a la obesidad extrema del paciente, existe el riesgo de que se enfrenten complicaciones serias, durante y después del tratamiento.

Mencionó que el paciente es vigilado y atendido diariamente por un psicólogo, un nutriólogo, un cardiólogo, un internista, entre otros especialistas.

Excelsior.

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