A grandes rasgo puede decirse que la piel de los humanos está compuesta por cuatro colores. La melanina es la pigmentación que le da color oscuro a la piel, la cual sin «color» es de un blanco cremoso; los vasos sanguíneos le otorgan un color rojizo y las capas superiores tienen un pigmento amarillo.

Estos cuatro colores mezclan en diferentes proporciones para crear el tono de piel de cada persona en el mundo, aunque también influye la adaptación a la zona geográfica en que la persona vive; por ejemplo, donde los rayos UV son más intensos, el tono de la piel es más oscuro.

Además, existe una clasificación de seis fototipos de piel, en la cual la I es para las personas más blancas y la VI para las personas de piel muy oscura.

Fuente: Revista Muy Interesante, edición Noviembre 2015

Compartir