El secretario de Salud, Alfredo Gobera Farro, clausuró el Primer Festival Arte Lo-Cura, organizado por el Centro Estatal de Salud Mental (CESAM) a través del Programa de Rehabilitación Social, en el que se presentó el trabajo artístico realizado por pacientes y familiares.

En el auditorio del Centro Cultural Tejeda, Gobera Farro reconoció al personal del CESAM por el profesionalismo y la vocación de servicio con la que brindan atención a la salud mental de la población queretana Afirmó que se seguirá trabajando para fortalecer la atención, ya que se pretende convertirlo en un centro de referencia a nivel nacional.

La jefa del CESAM, Marbella Espino Cortés, agradeció a los pacientes, familiares, instructores y equipo de trabajo, por el apoyo y el trabajo realizado.

Eugenia Hipólito Pablo habló sobre el arte, la cultura y la tradición, presentes en el arte otomí. Comentó que en el taller que impartió se elaboraron muñecas.

El Programa de Rehabilitación Psicosocial tiene como propósito fortalecer la recuperación de usuarios de CESAM, promover su inclusión en la comunidad y mejorar su calidad de vida.

Desde el año 2015 se ha incorporado el Arte como un recurso terapéutico, debido a que la creatividad tiene que ver con la capacidad de hacer que exista algo nuevo para la persona, permite y facilita la expresión de las capacidades imaginativas, comunicativas, simbólicas, interactivas, afectivas, adaptativas, etc., de las personas cuya condición de salud mental las ha inhibido o disminuido.

En este programa participan como instructores personas que dedican su tiempo y conocimientos en diferentes disciplinas artísticas, quienes semanalmente a lo largo de un semestre, trabajan con usuarios y sus familiares en el desarrollo de diferentes habilidades relacionadas con el arte, como herramienta de expresión, que además, fortalece sus capacidades cognitivas, permite la socialización y la integración grupal de todos los asistentes.

En este evento se presentaron trabajos de: pantomima, creación literaria, música, yoga, tejido otomí, además de la tradicional pastorela escenificada por usuarios y sus familiares.

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