Asegurar las condiciones para que la tripulación pueda sobrevivir es indispensable en la soñada misión a Marte. Eso implica, entre muchas otras cosas, el abastecimiento de comida.

Más o menos cada dos años, la Tierra y el planeta rojo alcanzan su máximo acercamiento: 55 millones de kilómetros. Por eso se estima que, por trayecto, el viaje puede tomarse entre 8 meses y un año. A eso se suma el tiempo de permanencia que deberá cumplir la misión para hacer algo de ciencia.

Una de las mayores inquietudes es cómo llevar provisiones para tan larga estadía. El peso y el volumen son dos restricciones que tendría cualquier nave destinada a este viaje. Por eso los investigadores plantean alternativas y, aunque suene curioso, Hollywood ya le mostró al mundo una de ellas (en la película ‘The Martian’): sembrar papas.

Un trabajo que nació en laboratorios de Dubái y en el que intervienen el Centro Internacional de la Papa y la Nasa plantea este desafío. La investigación ya se inició en la Tierra, en un escenario que comparte algunas características con el suelo marciano: el desierto de Atacama.

El peruano Julio Valdivia Silva, gestor del proyecto, explicó algunos detalles en diálogo con EL TIEMPO.

¿Qué fue primero, este proyecto de sembrar papas en Marte o la película ‘The Martian’?
Esta idea viene de trabajo de laboratorios en los Emiratos Árabes y del Centro Internacional de la Papa, y fue anterior a la película de Hollywood (risas).

¿Qué hizo que surgiera?
El propósito es buscar soluciones a la desertificación, a las afectaciones por el cambio climático y a los procesos antropogénicos de destrucción de las zonas de cultivo.

¿Cómo se involucra la Nasa?
Los desafíos que supone este proceso llevaron a contactar a la Nasa, que tiene gran experiencia en el trabajo en condiciones extremas. Al mismo tiempo, la agencia espacial estadounidense estaba buscando soluciones para llevar alimentos a las futuras colonias en la Luna o en Marte.

¿Por qué la papa?
La papa ha dominado todos los ecosistemas de la Tierra. El Centro Internacional de la Papa tiene variedades de casi todo el mundo: papa modificada genéticamente, papa nativa y papa silvestre, que no es de consumo humano, pero que da riqueza genética para conocer su resistencia.

¿En qué etapa va el proyecto?
En este momento tenemos el diseño experimental y la construcción de un simulador de condiciones marcianas. Esto lo hace la Nasa en Estados Unidos. Por ese lado yo, como investigador asociado a varios proyectos de Nasa, estoy trabajando la simulación y el uso de suelos similares a Marte.

Pero también se usarán muestras de suelos de la Tierra con características marcianas…
La Tierra, Marte e incluso Venus comparten un mismo origen y tienen en común que son planetas rocosos y que tuvieron épocas de vulcanismo. Eso ha llevado a que en la Tierra algunos lugares hayan sufrido condiciones similares a las de Marte. Uno es una zona del Perú que se llama Pampas de la Joya, y que está ubicada en el desierto de Atacama. Parte del proyecto consiste en traer muestras de ese suelo que ha mostrado resultados similares a los que han arrojado los rovers que han estado en Marte.

¿Cuánto se va a mover y a dónde?

Vamos a traer 100 kilos para meterlos en nuestros simuladores y ver si la papa crece ahí. Luego, establecer si se acomoda a las condiciones marcianas extremas. En principio se llevarán al laboratorio del Centro Internacional de la Papa. En una segunda etapa, a desiertos de África, y se espera que la misión final sea la que la lleve al espacio.

¿Qué necesitaría una papa para sembrarse allá?

Un tubérculo necesita una cantidad adecuada de nutrientes para vivir. En temperaturas muy bajas no se podrían mantener los fluidos en la papa; el metabolismo, las reacciones químicas de los organismos vivos en esas condiciones empiezan a disminuir. Si es muy extremo, colapsa y la planta muere. En extremos de radiación o de absorción de CO2, por ejemplo, se puede acelerar el crecimiento de las plantas. Pero pueden crecer rápido y al final resultar pequeñas. Todo eso se va a evaluar.

¿Ya se tiene alguna variedad elegida para esto?

La variedad no tiene nombre aún. Justamente esta semana tendremos una reunión con los expertos del Centro Internacional de la Papa para probar algunos tipos. Se habla de nueve que han demostrado resistir a condiciones muy extremas, a temperaturas muy bajas, cercanas a -10°C. Esos genes, esa información, se van a utilizar.

¿Y si el experimento no funciona ?

Hay una alternativa: aeroponia con cámaras oscuras. Esta es una posibilidad muy interesante, de la que el Centro Internacional de la Papa ya tiene resultados. Se toma una cámara similar a un refrigerador pequeño, totalmente oscura por dentro. Allí hay una serie de aspersores de nutrientes y abajo sus raíces están en el aire. En otras palabras, no se necesita el suelo, la planta crece casi en el aire.

¿En cuánto tiempo se sabría si la papa puede o sembrarse en Marte o no?

Esperemos que en estos tres primeros meses –entre marzo y abril- tengamos los resultados para compartir. Lo más importante de este proyecto no es solo el experimento que determine si la papa crece o no. Esto va a con a constituir el hecho de que la Nasa en algún momento pueda anunciar una misión específica para llevar la papa al espacio. Ese es el gran objetivo. Incluso, llevarla antes que la primera colonia humana, así la papa podría ser el primer ser vivo en Marte.

 

Compartir