Un regalo de Navidad para su familia, una oportunidad de vida para ella… Cinthia Paola Castro Rodríguez volvió a ver la luz tras estar secuestrada durante 80 días.

Era la noche del martes 4 de octubre de 2016 cuando la joven maestra de baile, luego de dar una clase en la escuela donde laboraba, se prestaba a tomar el camión urbano para dirigirse a su casa.

Cinthia, mientras esperaba el transporte público en el cruce de la avenida Constitución con Salvador Nava, en la ciudad de San Luis Potosí, envió un mensaje a su familia para avisar que en 10 minutos llegaría a su casa, cosa que no sucedió.

Al ver que su hija no llegaba a casa, su padre intentó comunicarse a su teléfono celular, pero la llamada se iba al buzón, ante lo cual decidió reportar lo sucedido a las autoridades.

A la joven la subieron por la fuerza a una camioneta y desde instante desapareció.

¿FUERZA VOLUNTAD O MILAGRO?

Luego de que Cinthia fue ‘levantada’, sus padres, amigos, alumnos y la comunidad potosina se unieron para intentar dar con su paradero. El esfuerzo parecía que había sido inútil, pero después de dos meses 19 días, la joven de 26 años de edad, dio señales de vida.

Cinthia fue localizada en Puebla la madrugada del 22 de diciembre. Los primeros informes señalan que escapó de sus captores y llegó corriendo a una gasolinera para pedir auxilio. Al lugar llegaron elementos de la Policía Ministerial de Puebla quienes la apoyaron y la entregaron a la Policía de San Luis Potosí.

Hoy, la maestra de baile de apenas un metro y medio de estatura, delgada, de tez clara, cabello castaño y ojos grandes, se vuelve a reencontrar con sus padres y su pequeña hija, un día antes de Nochebuena y dos de Navidad.

(Con información de El Debate)

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