Cuatro tripulantes y 99 pasajeros, entre ellos 11 menores, sintieron ayer que volvieron a nacer.

Un avión Embraer 190, en el que salieron de la ciudad de Durango rumbo a la CDMX pasadas las 15:00 horas, se desplomó poco después de despegar y luego se incendió. No hubo muertos y diez personas salieron ilesas. El herido más grave es el capitán, que entró a cirugía, aunque su vida no peligra, dijo Andrés Conesa, director de Aeroméxico.

De acuerdo con el gobernador José Rosas Aispuro, 49 heridos fueron hospitalizados, 37 de los cuales estaban en el IMSS, ISSSTE y centros de Salud estatal. Varios fueron dados de alta ayer. El mandatario indicó que rachas de viento pudieron haber afectado al avión, que despegó bajo condiciones de lluvia.

Más información Aquí

Compartir