- El rector del santuario guadalupano asegura que vivimos en un mundo lleno de violencia, muerte y corrupción
Luego de las mañanitas a la Virgen de Guadalupe, en el marco de la celebración de los 483 años de su aparición, inició la misa a la que se le denominó de La Paz. Ahí, en una ceremonia eucarística concelebrada por unos 70 sacerdotes del Cabildo de la Basílica, Glennie expuso:
«El mensaje de la Virgen de Guadalupe es un mensaje de paz, de unidad, de amor y de esperanza. ¿Por qué no lo hemos escuchado correctamente? Nuestra pobre historia humana actual está llena de tragedias, traiciones, violencia, divisiones, odios, guerras, corrupción y muerte».
«¿Qué hemos hecho mal? ¿No podríamos transformar nuestra realidad, tejida de dolor, llanto y tristeza, en una realidad feliz, llena de flores y cantos?», preguntó a los fieles reunidos en el templo mariano, que de acuerdo con las autoridades de la delegación Gustavo A. Madero, hasta el corte de las 20:00 horas se tenía estimada la presencia de 2.5 millones de personas.
Enrique Glennie resaltó en su homilía que «Santa María de Guadalupe ha tomado todo lo bueno, lo profundo, lo verdadero del espíritu humano y lo lleva todo a su plenitud, con Ella se inicia una verdadera creación desde el corazón humano».
«Aquí puede generarse la creación de un México nuevo, no un México paradisiaco e ideal, sino un México más sereno, más justo, más equitativo, menos corrupto, menos violento y sí, más fraterno. Nos falta entendernos y aceptarnos como hermanos unos a otros, hijos todos de una misma Madre Celeste», subrayó el rector de la Basílica, quien insistió en pronunciarse por un México más en paz.
En tal sentido, pidió que «Santa María de Guadalupe nos ayude a construir un México nuevo y una nueva América, según el proyecto de su hijo Jesucristo, expresado en una forma perfectamente inculturada desde aquí en el Tepeyac».
Con esta premisa en las peticiones que hicieron los fieles, se manifestaron porque la virgen libre al pueblo de todo tipo de opresión y esclavitud y se reiteró que prevalezca la justicia y la paz, «en medio de tantas tribulaciones que México ha vivido en los últimos meses».