Plantas, chocolates, galletas, velas, botellas de vino, queso, jamón serrano… Esta no es la lista del supermercado, sino los regalos que han recibido los diputados federales. Este año, al menos al Palacio Legislativo de San Lázaro, no han llegado regalos costosos ni aparatosos.

Algunos presentes tienen plasmada la leyenda: “Este obsequio cumple con lo establecido en el Artículo 8 fracción XII y el Artículo 45 de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos”.

Jorge Cruz Bermúdez, director general del Comité Administrador Poblano para la Construcción de Espacios Educativos, fue uno de los que optó por poner esa leyenda en los obsequios que mandó a los diputados del PAN coordinados por Marko Cortés.

No obstante, la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos fue abrogada con el nacimiento de las leyes anticorrupción.

Este fin de año, el presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, optó por regalar botanas, roscas o nochebuenas.

El coordinador de los diputados del Partido Encuentro Social, Alejandro González Murillo, dijo que regaló libros que para él son de lectura obligatoria como El Arte de la Guerra. El legislador aclaró que regaló un libro por diputado y no un paquete, esto por aquello de que no leen ni siquiera los dictámenes completos.

Pero también hubo quien no regaló ni una nochebuena, es el caso del coordinador del PRD, Francisco Martínez Neri, quien confesó que es muy “despistado” para este tipo de detalles y a él le dieron sólo un libro, el obsequio fue del vicecoordinador perredista, Jesús Zambrano.

Quien también dio libros fue el expresidente nacional del PAN y ahora diputado sin partido, Manuel Espino. Él optó por dejar en las curules de sus compañeros un libro de su autoría con moños de colores. El ejemplar se llama Evolución de la laicidad y la libertad religiosa en México.

Cada legislador recibió además una bandera de México de 30 centímetros. En la base tiene una placa dorada con el nombre del legislador: “El Centro de Cultura y Orientación Civil Concertación AC. otorga este lábaro patrio por su dedicado servicio a la Nación en la LXIII Legislatura. Cámara de Diputados a 4 de diciembre de 2017”.

El vicepresidente de la Cámara, el perredista Arturo Santana, recibió una artesanía de parte de su compañera Karen Ramírez; mientras que la vicepresidenta, la priista Martha Hilda González, le envió dos mermeladas caseras.

Otra priista que optó por regalar mermeladas fue la prima del presidente Enrique Peña Nieto, Carolina del Mazo.

El priista, Víctor Giorgana, recibió una artesanía poblana de ónix originaria de la región de Tecali de Herrera. El obsequio lo envió el titular de la Auditoría Superior del Estado de Puebla, David Villanueva Lomelí.

Asimismo, el panista Carlos de la Fuente envió obsequios con una postal de su familia. A su esposa y sus tres hijos se les ve sonrientes a lado de un árbol de Navidad.

Actualmente, el artículo 7 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas precisa que los servidores públicos deben “conducirse con rectitud sin utilizar su empleo, cargo o comisión para obtener o pretender obtener algún beneficio, provecho o ventaja personal o a favor de terceros, ni buscar o aceptar compensaciones, prestaciones, dádivas, obsequios o regalos de cualquier persona u organización”.

Mientras que el artículo 40 resalta que “en caso de que los servidores públicos, sin haberlo solicitado, reciban de un particular de manera gratuita la transmisión de la propiedad o el ofrecimiento para el uso de cualquier bien, con motivo del ejercicio de sus funciones, deberán informarlo inmediatamente a las Secretarías o al Órgano interno de control. En el caso de recepción de bienes, los Servidores Públicos procederán a poner los mismos a disposición de las autoridades competentes en materia de administración y enajenación de bienes públicos”.

Anteriormente, la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, abrogada el 19 de julio de 2017, obligaba a los funcionarios a no recibir regalos de una misma persona “cuyo valor acumulado durante un año exceda diez veces el salario mínimo general diario vigente en el Distrito Federal al momento de su recepción, deberán informarlo en un plazo no mayor a quince días hábiles a la autoridad que la Secretaría determine a fin de ponerlos a su disposición. La autoridad correspondiente llevará un registro de dichos bienes”.

 

Con información de Excelsior

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