En el bote de goma hay unos 130 inmigrantes, entre mujeres embarazadas, niños y bebés, que quieren dejar atrás la tortura, las violaciones, el hambre y la desesperanza que se vive en Libia.

Hombre a hombre, mujer a mujer, niño a niño se negocia quién puede ir a Europa y quién tiene que regresar al infierno libio. Al final el Aquarius, el barco de la ONG alemana, italiana y francesa SOS Mediterranee se dirige rumbo a Europa con 39 mujeres y niños, sin embargo, el resto no lo consigue.

Algunas familias acaban divididas. “Un panorama terrible” para todos los inmigrantes a bordo y también para los rescatistas, según señala la vocera de SOS, Jana Ciernioch, al relatar lo sucedido, pero se trata de escenas que se repiten bastante en los últimos tiempos en el mar, en las aguas que separan el norte de África de Europa.

El penúltimo fin de semana de abril, más de 250 personas fueron devueltas a Libia y unas 900 fueron rescatadas bajo mando de la costa italiana. Los barcos de rescate europeos se enfrentan cada vez más con la guardia costera europea.

A menudo no queda definido quién puede rescatar a los inmigrantes. Se retrasan las misiones de rescate, lo que pone en peligro vidas humanas, lamenta la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Fuente: Excelsior

Más información: http://www.excelsior.com.mx/global/migrantes-libios-dan-la-vida-por-dejar-el-infierno/1236978

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