- El caos en el espacio aéreo de Reino Unido se debió a un fallo sin precedentes
- Un fallo informático hizo que no pudieran ver los datos para vigilar el tráfico
- Miles de pasajeros se vieron afectados por las cancelaciones y retrasos
EFE 13.12.2014 – 14:18hEl caos que vivieron el viernes los principales aeropuertos británicos, con cancelaciones y retrasos de vuelos, se debió a un fallo informático en el sistema de control aéreo sin precedentes, según ha informado el Servicio Nacional de Tráfico Aéreo del Reino Unido (NATS, siglas en inglés).
Los aeropuertos han vuelto a operar este sábado con normalidad después de que los aterrizajes y despegues fueran restringidos el viernes por un problema en el control aéreo, lo que afectó a miles de pasajeros.
En un comunicado divulgado este sábado, NATS ha señalado que los problemas fueron provocados por un «fallo en el sistema no visto con anterioridad», lo que impidió a los controladores aéreos acceder a todos los datos sobre los planes de vuelos de los aviones.
«Nuestra prioridad es mantener una operación segura para las personas que viajan, de modo que cuando se produjo el fallo tomamos inmediatamente medidas para reducir el tráfico», añadió.
La seguridad no se vio comprometida
NATS ha aclarado que los controladores tenían comunicación con los aviones en todo momento durante el tiempo que duró el problema y «en ningún momento» la seguridad se vio comprometida.
El aeropuerto londinense de Heathrow, el de mayor tráfico en Europa, ha vuelto a operar con normalidad tras cancelar este sábado 38 vuelos a raíz del fallo informático.
Miles de pasajeros se vieron afectados por cancelaciones y retrasos de vuelos en el Reino Unido a raíz de un problema informático en un centro de control aéreo en el sur de Inglaterra. Los aterrizajes y despegues quedaron restringidos en Londres y el sur del país durante más de una hora, hasta las 16:15 GMT.
Numerosos aeropuertos afectados
Numerosos aeropuertos se vieron afectados, incluso los escoceses de Aberdeen y Edimburgo, pero los mayores problemas ocurrieron en los londinenses de Heathrow y Gatwick.
El ministro británico de Transporte, Patrick McLoughlin, calificó el problema de «inaceptable» y consideró que cualquier alteración en el sistema de aviación del Reino Unido es «un asunto de gran preocupación, especialmente en esta época del año de cara a la temporada de vacaciones (navideñas)».
«Una alteración de este tipo es simplemente inaceptable y he pedido a NATS una explicación completa de este incidente. También quiero saber qué pasos se tomarán para impedir que esto vuelva a ocurrir», declaró McLoughlin a los medios británicos.
El NATS descartó que el fallo fuese provocado por un ataque informático o un problema en el suministro eléctrico. El fallo hizo que los controlares no pudieran visualizar en sus pantallas los datos necesarios para vigilar el tráfico.
El centro de Swanwick, inaugurado en 2002, emplea a unos 1.300 controladores aéreos y es responsable de vigilar 5.000 vuelos diarios en gran parte del territorio británico.