En los meses de mayo y octubre se realizará la expedición para capturar entre 10 y 12 vaquitas marinas ­—casi la mitad de su población actual—, con el fin de resguardarlas en un “santuario natural” y tratar de evitar su extinción, ante la presencia de redes ilegales en la única parte del planeta donde viven: el Alto Golfo de California o Mar de Cortés.

Así lo reveló en entrevista con Excélsior, Lorenzo Rojas-Bracho, presidente del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA), quien confirmó que un dream team de científicos de México, Estados Unidos y Europa se apoyarán de hidrofonos, binoculares de alta potencia y delfines entrenados para localizar a los últimos ejemplares de esta especie de cetáceo de la familia de las marsopas.

“El trabajo se haría primero todo mayo, y luego comenzarían épocas donde hace mucho calor y es difícil mantener a las vaquitas, porque hay que atraparlas y sacarlas, entonces no nos conviene; después hay otra buena ventana de oportunidad, con bajos vientos hacia octubre y ahi sería la siguiente captura”, explicó.

El doctor en Oceanografía detalló que en pruebas realizadas hace unas semanas en la Bahía de San Francisco, dos de los delfines más veteranos que tiene la armada estadunidense, especializados en localizar buzos, consiguieron identificar con éxito marsopas comunes.

Dijo que existe la posibilidad de que la vaquita marina se comporte como la marsopa de Dall, que es como el colibrí, “lo atrapas y se acelera su ritmo cardíaco”, lo que podría llevar a cancelar la misión, para no poner en riesgo la vida de los ejemplares.

Lorenzo Rojas-Bracho agregó que una vez localizadas, las vaquitas serán capturadas con redes especiales que flotan para poder estar viendo siempre a los animales y no se ahoguen, con el fin de que sean trasladados a un “santuario natural”, que será construido con una profundidad de 10 a 20 metros dentro del Alto Golfo de California.

“La idea es tener una bahía que cerremos, pero también tener la opción de movernos en un mometo dado; vamos a suponer que hay un huracán pues tenemos un encierro movible, lo podemos llevar detrás de unas rocas para que esté más protegido”, comentó.

Subrayó que también tienen considerado construir piscinas en tierra para que en caso de que una vaquita se enferme, no contagie a las demás.

Reproducción asistida

El presidente del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA) dio a conocer que se buscará la reproducción natural de los ejemplares en los encierros, juntando a las hembras que ya hayan alcanzado su madurez sexual con los machos, pero en un futuro no se descarta la posibilidad de explorar la inseminación artificial, cultivo de tejidos e incluso la clonación, a partir de los llamados Frozen Zoo, con semen y óvulos congelados.

“Si nos dicen que la mandemos a la luna para que se salve, pues estudiaremos con astronautas para hacerlo”, afirmó en tono de broma.

Destacó que existen muy buenas probabilidades de rescatar a la vaquita marina de la extinción eliminando el factor de riesgo que son las redes utilizadas para capturar al pez totoaba.

Excelsior.

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