Equipos militares y de rescate de Indonesia se desplegaron ayer en un tramo de la costa con la esperanza de encontrar sobrevivientes tras el tsunami provocado por un alud submarino que se originó por la erupción de un volcán, un hecho que, hasta el cierre de esta edición, había dejado al menos 373 muertos.

Densas nubes de cenizas fueron expulsadas desde el Anak Krakatoa, una isla volcánica donde el colapso del cráter el sábado junto a mareas altas generó olas que arrasaron áreas costeras a ambos lados del estrecho de Sunda, entre las islas de Sumatra y Java.

Rescatistas usaban maquinaria pesada y sus propias manos para mover los escombros y sacar cuerpos en las áreas más afectadas de la costa occidental de la isla de Java, donde cientos de soldados y voluntarios buscaban víctimas en una extensión de 100 kilómetros de costa.

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