Todos necesitamos pedir un aumento de vez en cuánto, sin embargo, para las mujeres la tarea es un poco distinta, pero existen algunos consejos que te ayudarán a lograrlo.

  1. Aprende a negociar

Negociar es una de las acciones más importantes que debemos de aprender. No obstante, a pesar de todos sus beneficios, a las mujeres todavía nos cuesta mucho trabajo hacerlo en comparación con los hombres. La vida es una serie de negociaciones; negociamos todos los días y es por eso que resulta fundamental aprender las herramientas para comunicarnos de manera clara y oportuna. De esta forma, podremos aspirar a lograr mejores resultados no solo para nuestra vida personal, sino también para nuestra carrera profesional.

Es importante que te des cuenta que las diferencias de sueldo por temas de género son reales en todo el mundo y comienzan desde muy temprano en tu carrera. En la misma línea, de acuerdo con estudios realizados por la organización Lean In, de Sheryl Sandberg (COO de Facebook), existen estereotipos de género que afectan nuestra manera de negociar y es relevante que los conozcas para que no caigas en sus trampas. De acuerdo con esta investigación, por lo general se espera que los hombres sean asertivos y vean por ellos mismos en la negociación, mientras que si una mujer adopta esa misma postura puede llegar a ser seriamente perjudicada, ya que la misma actitud se percibe de manera desfavorable tanto por hombres como por mujeres.

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Los estudios demuestran que, debido a los estereotipos, se espera que las mujeres negocien de manera colaborativa. Una estrategia para combatir este estereotipo es usar un lenguaje comunal, es decir, enfatizando nuestro interés en las relaciones organizacionales. Por poner algunos ejemplos, puedes decir: «Si me uno al equipo, haré lo mejor para contribuir a su éxito. Es importante que mi sueldo refleje el nivel educativo y de habilidades que me facilitará lograr los objetivos de la empresa». Otra forma de demostrar tu conexión con otros es hablando de la desigualdad de género: «Dado que las mujeres generalmente ganamos menos por el mismo trabajo, ambos estaríamos decepcionados si yo no negociara mi sueldo».

  1. Calladita no te ves más bonita

Como mujeres tendemos a quedarnos calladas y no levantamos la voz cuando queremos o necesitamos un cambio. Es muy importante que si estamos dando resultados en la empresa y estamos listas para una nueva posición, se lo hagamos saber a nuestr@ jef@. Es increíble la cantidad de mujeres que están listas para dar el siguiente paso en su carrera y les da miedo levantar la mano. De acuerdo a estudios realizados por Lean In, los hombres se lanzan a una nueva posición cuando se sienten preparados en un 60% mientras que las mujeres se esperan a entender el 100% para sentirse listas para asumir una nueva posición.

Es muy importante que si estamos dando resultados en la empresa y estamos listas para una nueva posición, se lo hagamos saber a nuestr@ jef@

Es importante abrirse a tomar más riesgos y a vencer el miedo. Es difícil cambiar los sentimientos pero sí puedes cambiar la forma en la que piensas y actúas. Cuando entras a una reunión de trabajo sintiéndote insegura, recuérdate a ti misma que te has ganado tu posición. Entonces toma un asiento en la mesa, levanta la mano y sorpréndete a ti misma de que lo puedes lograr. De la misma forma, cuando te enfrentes a un reto, recuérdate a ti misma que el hombre que tienes sentado al lado piensa que lo puede lograr y si él puede tú también. Cuando vences tus inseguridades vas ganando más confianza en ti misma, lo que te abre las puertas a nuevas oportunidades.

  1. No abandones tus hobbies

Llega un punto en el que empezamos a ver los hobbies como si solo fueran pasatiempos y una absoluta pérdida de tiempo, pero no es así (¡y menos en el mundo millennial en el que vivimos ahora!) Es verdad que en tus primeros puestos estos no juegan un rol tan importante, pero conforme más vas subiendo la escalera corporativa, tus hobbies se vuelven cada día más relevantes y son un diferenciador clave entre tú y las otras personas que van a competir por el siguiente puesto.

Cuando se asumen mayores responsabilidades dentro de la empresa, por lo general, se requiere menor tiempo de escritorio y más tiempo con los clientes o relacionado a la interacción con personas. Esto significa que entre más habilidades y conocimientos tengas fuera de aquellos estrictamente relacionados con tu trabajo, más oportunidades se te van a presentar para conectar y crear mejor rapport con personas. Así que si disfrutas de jugar golf, tennis o ajedrez, tocar el piano, esquiar, aprender idiomas, tomar clases de cocina… no lo dejes porque todo eso ¡te va a servir en el momento que menos te imaginas!

Más información en Excélsior.

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