De acuerdo a la más reciente Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tasa de necesidad de trabajo en México se encuentra por arriba del 21% de la fuerza laboral para el segundo trimestre de 2022; el porcentaje resalta por encontrarse aún por encima de niveles prepandémicos, cuando se situaba en 19.6%.

El contexto económico actual es complejo. Aunque los peores días de la pandemia parece que ya quedaron atrás, las crisis de 2022 hacen que el pronóstico de desempeño no sea muy alentador. Algo que empeora cuando la fuerza laboral de un país sigue en búsqueda de los empleos perdidos durante la emergencia sanitaria.

“Para poder vislumbrar un horizonte de crecimiento, es necesario que las empresas e industrias se fortalezcan con miras no sólo a librar la coyuntura sino de crecer en el futuro para que haya mayor prosperidad para todos”, explica Nick Grassi, Co-CEO de Finerio Connect, startup mexicana de finanzas integradas.

Los bolsillos de las personas se encuentran mermados, en la medida que la inflación a tasa anual en México y la región está por encima del 8%. Pero esta baja en los ingresos de la población impacta también las proyecciones de crecimiento de las empresas, puesto que el dinero que circula en una economía disminuye, poniendo sobre la mesa la posibilidad de una recesión que continúe, incluso, hasta el segundo trimestre de 2023.

Impulso al crecimiento y resiliencia de las empresas

Modelos desarrollados en la industria financiera pueden funcionar como catalizador de transformaciones en la economía en su conjunto. Por ejemplo, el Open Banking, que propone la distribución de información transaccional y agregada de usuarios e instituciones financieras de manera transparente, funciona para que cualquier tipo de empresa pueda atender sus problemáticas y necesidades específicas con datos que respalden su toma de decisiones y sus estrategias a fin de que éstas sean más sólidas.

En el mediano y largo plazo, la incorporación de modelos de banca abierta pueden impulsar el crecimiento y resiliencia de las empresas para que, con ello, se pueda impulsar la generación y sostenibilidad del empleo para poblaciones vulnerables.

Un mercado en expansión

Según registros de Allied Market Research, el mercado mundial de servicios de Open Banking en 2020 alcanzaba 13,900 millones de dólares anuales. Igualmente, se proyecta que alcance un tamaño anual de 123,700 millones de dólares para 2031, con un crecimiento del sector de 2022 a los próximos 9 años de 22.3% en total.

“Esto tiene implicaciones que van más allá de la industria financiera. Al ser la banca abierta un modelo que propugna por la inclusión financiera y el desarrollo de productos y servicios individualizados, ayuda a que el sector productivo de un país o región prospere, con rendimientos y generación de empleos que termina por gotear en todos los estratos de una población”, concluye el Co-CEO de Finerio Connect.

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