Con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia de Argentina, el sector de “Ciencia y Universidad” sufrió un importante recorte en su presupuesto (para el ejercicio 2016) equivalente a 2 mil millones de dólares; así lo explicó la Dra. Nuria Inés Ginger, antropóloga del Centro de Estudios e Investigaciones Laborales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de la Universidad de Buenos Aires.

 

Lo anterior, en el marco del Foro “Detrás del recorte presupuestal en educación y ciencia. Los casos de Argentina y México”, que organizó la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), a través del Doctorado en Estudios Interdisciplinarios sobre Pensamiento, Cultura y Sociedad de la Facultad de Filosofía (FFi) y el Proyecto Cultura UAQ.

 

En la presentación, la Dr. Nuria Inés Ginger puntualizó que ese montó significó una disminución de 16 por ciento en el sector de ciencia y otro 16 por ciento en el rubro de educación.

 

Agregó que “ante esta situación, el ministro de Ciencia y Tecnología y el Poder Ejecutivo en General plantearon que en Argentina se tienen que formar científicos de calidad y excelencia; lamentablemente, esos ‘cerebros’ deben irse al exterior a trabajar y a seguir desarrollándose, lo que provoca que la tecnología que no se produce en Argentina se tiene que comprar en el extranjero”.

 

Tras el panorama descrito, indicó que “es dramático que la política de Estado en estos rubros se construya de esta manera; donde se pone en juego la soberanía, así como la capacidad del desarrollo autónomo de nuestros pueblos”.

 

Entre otras de las problemáticas que se registraron fue el hecho de la distribución del recurso hacia las universidades de forma discrecional, donde las instituciones “amigas” lograron un incremento de hasta 45 por ciento; mientras que otras sufrieron una importante reducción.

 

El Dr. Hernán Palermo, docente de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, relató que en respuesta a dicha situación se realizaron diversas actividades como: salir a las calles a expresar su inconformidad; juntar firmas de la sociedad e, incluso, de personalidades de talla internacional, además de establecer un diálogo con las autoridades.    

 

“No podemos en este momento ser mezquinos en acciones, en ideología, en política, ni con los sectores; tenemos que comenzar a ser solidarios, escuchar a los otros, generar puentes de comunicación con todos aquellos que también piensan distinto pero que son parte de los afectados”, refirió.        

 

Por su parte, la Dra. Flavia Loarca Piña, directora de Investigación y Posgrado de la UAQ, expuso que en México la situación es similar, pues -refirió- el primer recorte ejecutado fue en febrero de 2016, donde se informó la disminución de 900 millones de pesos, entre ellos 100 millones en becas. De igual manera, en octubre pasado, se anunció un recorte al presupuesto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

 

Por lo tanto, las áreas que se verán afectadas en 2017, con relación al 2016, son: Agricultura, ganadería, desarrollo rural y alimentos; Educación pública; Salud; Medio ambiente y recursos naturales; Conacyt y Cultura. 

 

En el caso específico de Educación pública, pasó de 302 mil 986 millones de pesos a 267 mil 655 millones; mientras que el Conacyt  tuvo una reducción de 34 mil 010 millones a 26 mil 963 millones.

En el Foro, también se contó con la directora de la FFi, Dra. Margarita Espinosa Blas.

Compartir