¿Qué debemos considerar antes de elegir un producto financiero?

Los interesados en solicitar un producto financiero deben partir de lo básico: conocer cuáles son sus ingresos, sus egresos y, por lo tanto, su capacidad de pago. Una vez que se determinen estos elementos, los usuarios tienen que definir cuál es la finalidad de adquirir dicho producto, en otras palabras, para qué lo van a utilizar.

Lo que sigue es estudiar cuáles son las alternativas en el mercado y analizar cuál se ajusta mejor a las necesidades del cliente tomando en cuenta los aspectos mencionados anteriormente. Además, se tienen que considerar indicadores como el Costo Anual Total (CAT) del producto, sus comisiones, su tasa de interés y los beneficios que ofrece.

“El historial crediticio del usuario juega un papel más que relevante a la hora de escoger un producto financiero. Entre mejor sea la calificación podrá acceder a productos con mayores beneficios, y tendrá un abanico de opciones mayor. Para escoger la mejor opción es necesario revisar diferentes alternativas y evaluar cuál le ofrece lo que está buscando”, señala el CEO de Rocket.la.

Según información de Rocket.la, entre las principales razones por las que los mexicanos cambian de de producto o institución financiera están:

● Malas experiencias con su entidad financiera

● Ahorro económico. Al cambiar de producto, un usuario puede ahorrar hasta 22% en pago de intereses.

● Tener mayor línea de crédito, regularmente la primera tarjeta de crédito no suele tener más del 50% del ingreso promedio mensual del usuario.

● Tener acceso a mejores programas de meses sin intereses (MSI).

● Mayor cobertura en seguros gratuitos en tarjetas de crédito.

Al respecto, Márquez añade que “ser siempre puntual en nuestras obligaciones financieras y no generar arraigo con un producto financiero que no nos da los mejores beneficios de acuerdo a nuestra experiencia financiera e ingreso, así como mantener niveles de utilización saludables por debajo del 75%, son factores que ayudan a que los usuarios tengan acceso a mejores productos”.

¿Es malo sacar un producto financiero en el contexto actual?

El contexto económico actual está marcado por la alza en los niveles de inflación. Este fenómeno impacta las finanzas del día a día de las familias mexicanas encareciendo productos y servicios: desde la comida hasta el transporte. En este sentido, solicitar un producto financiero podría sonar como una mala idea, sin embargo, también es un instrumento que puede permitir que una familia cuente con mejores herramientas para administrar su dinero.

“Un producto financiero puede ser la diferencia durante la situación económica actual. Por esta razón es importante ser muy cuidadoso a la hora de seleccionar uno de estos instrumentos y elegir la alternativa que más nos convenga. Si bien estos

productos pueden crecer ligeramente en sus costos, debido a la inflación, también pueden servir como una palanca en lo que la situación se estabiliza”, señala Rojas.

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