África, Asia, Antártida, Australia, Europa, América del Norte y América del Sur hacen 7 continentes. En cambio, para muchos geólogos se quedan en seis agrupando a Europa y Asia. Ahora y según un nuevo estudio de la corteza terrestre habría que añadir un nuevo continente geológico: Nueva Zelanda.

Existen muchos modelos para enumerar la cantidad de continentes que habitan el planeta. En realidad no existe una única forma de fijarlos y depende de cada área cultural determinar si dos masas de tierra unidas forman uno o dos continentes. De ahí que exista quien delimita (y quién no) Europa y Asia o las dos Américas.

El modelo geológico, el que estudian los científicos sin tener en cuenta a las personas, se basa en la corteza terrestre. Se trata de un modelo que guarda una estrecha relación con las placas tectónicas continentales, es decir, que Europa y Asia forman un solo continente (Eurasia) y América está dividida en 2 continentes.

El trabajo que han anunciado esta semana un grupo de científicos viene a decirnos que existía un séptimo continente geológico oculto delante de nuestras narices: el Continente de Nueva Zelanda (también llamado Zealandia o Tasmantis). ¿Cómo? Los investigadores sostienen que Nueva Zelanda y Nueva Caledonia no son meramente una cadena de islas. En realidad ambos forman parte de una sola losa de 4,9 millones de kilómetros cuadrados de corteza continental, es decir, separada y distinta de Australia. Según han declarado:

Esto no es un descubrimiento repentino sino una realización gradual; Hace 10 años no habríamos tenido los datos acumulados o la confianza en la interpretación para escribir este estudio.

En realidad estamos ante una idea que no es del todo nueva. Zealandia lo había propuesto en 1995 Bruce Luyendyk, un geofísico de la universidad de California. La diferencia es que entonces el hombre no trataba de describir un nuevo continente, más bien buscaba una definición del conjunto que formaban Nueva Zelanda, Nueva Caledonia y una colección de piezas de masa sumergidas. Luyendyk hablaba de un supercontinente sumergido hace 200 millones de años.

Placa tectónica de Zealandia. Wikimedia Commons

Los investigadores detrás del nuevo estudio tomaron la idea del hombre y la han llevado más allá, reexaminando las evidencias conocidas bajo cuatro criterios que los geólogos suelen utilizar para considerar una losa de roca como un posible continente. Estos serían:

  • La tierra que se asoma desde el fondo del océano.
  • La diversidad de tres tipos de rocas: ígneas (arrojadas de los volcanes), metamórficas (alteradas por el calor o la presión) y sedimentarias (por la erosión).
  • Una sección más gruesa y menos densa de corteza en comparación con el suelo oceánico circundante.
  • Que tenga los límites bien definidos en torno a un área lo suficientemente grande como para ser considerado un continente (y no un microcontinente).

Tal y como describen los científicos, en los último 10 años la propuesta de Continente de Nueva Zelanda cumplía los primeros tres criterios. Se trataba de grandes islas que se asomaban desde el fondo del mar, geológicamente diversas y con una corteza más gruesa y menos densa.

Mapa del su de Zelandia. Wikimedia Commons

Faltaba el último punto, quizás el más subjetivo teniendo en cuenta que había que definir qué es tan grande como para denominarlo un continente. Los investigadores llevaron a cao un exhaustivo estudio de los mapas del pasado y los fondos marinos para demostrar que Zealandia es parte de una región unificada. El resultado fue que el “el nuevo continente” era más grande que Madagascar, Nueva Guinea, Groenlandia y otros microcontinentes. Según los científicos:

Si la elevación de la superficie sólida de la Tierra se hubiera cartografiado de la misma manera que las de Marte y Venus (que carecen de océanos líquidos opacos), estamos seguros de que Zelandia habría sido investigada mucho antes e identificada como uno de los continentes del Planeta.

El estudio afirma que las muestras y los datos de los satélites muestran que Zealandia no está dividida en una colección de microcontinentes, sino en una losa unificada. En cambio hoy, tan sólo un 5% de ella es visible (Nueva Zelanda y Nueva Caledonia), razón por la que ha tomado tanto tiempo descubrirla como un continente.

¿Podemos afirmar que estamos ante un nuevo continente geológico? Para los investigadores no hay duda, aunque de oficializarse tendría implicaciones económicas. De darse por válido a Zealandia, ¿qué es parte de Nueva Zelanda y qué no? Entrarían en juego las fronteras y las delimitaciones sobre los límites donde se pueden explotar los recursos. Aunque eso ya es otra historia.

 

ESGIZMODO

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