En la década de los 50 se creó la píldora anticonceptiva femenina, esta pastilla significó una revolución para la salud sexual y reproductiva (SSR) de las mujeres; sin embargo, con el paso del tiempo y el desarrollo de nuevos métodos anticonceptivos, la mayoría de uso femenino, “se reforzó la idea de que el cuidado y atención de la SSR es un tema que sólo concierne a las mujeres”, señala María Cerdio Lara, investigadora social de Nosótrikas Tik Tank.

A pesar de los avances médicos para desarrollar anticonceptivos hormonales masculinos, su información y distribución en el mercado aún no se ha extendido. Aunque existen diversos estudios que exploran su nivel de aceptación, estos sólo se basan en conductas de consumo, la viabilidad química del producto o la seguridad sanitaria de los usuarios, pero excluyen factores socioculturales que “son clave para superar por completo las desigualdades en las responsabilidades reproductivas”, indica Cerdio Lara.

De acuerdo con el estudio I´m not ‘macho’ but…, realizado por Nosótrikas Tik Tank, en el cual se abordan temas como la píldora anticonceptiva masculina (MCP, por sus siglas en inglés) y la responsabilidad reproductiva en México e India, tanto la aceptación y el rechazo del uso de las píldoras masculinas l refuerzan las disparidades de género.

“Las desigualdades traspasan fronteras, los hombres entrevistados de ambos países coinciden en que su sexualidad se centra en la satisfacción y el placer, mientras que del lado femenino se reduce a la prevención de enfermedades de transmisión sexual, la reproducción o ‘una prueba de amor a su pareja’. Prueba de ello es que la mayoría de los anticonceptivos y los programas de educación sexual están enfocados en ellas como las únicas responsables de estos temas. Los hallazgos de este estudio son una invitación a repensar la sexualidad y la reproducción como un tema de responsabilidad compartida”, afirma María Cerdio Lara.

De acuerdo con el estudio, el miedo es la emoción que permea el discurso de los hombres entrevistados y la mayor preocupación en torno al uso de la MCP radica en que ésta afecte sus capacidades sexuales. Incluso los hombres mexicanos mostraron mayor inquietud en comparación a los de la India, pues el deseo y rendimiento sexual son formas muy importantes para expresar su masculinidad.

Para aquellos que mostraron una actitud positiva hacia tomar la píldora, el argumento se basa en que “las mujeres ya no podrán engañarlos” y así podrán “estar seguros” de que el bebé que esperan es de ellos. Es decir, se basa en un discurso de control.

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