La investigadora de la Facultad de Ciencias Naturales (FCN) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Dra. Norma Hernández Camacho, informó que esta unidad académica propuso a la administración del Parque Nacional El Cimatario (PANEC) un protocolo de manejo de perros ferales, ante el notable aumento de éstos en el área de reserva ecológica.

La docente universitaria –quien desarrolla varios trabajos de investigación de la fauna silvestre de El Cimatario– señaló que se han detectado a por lo menos tres jaurías y éstas son un problema que tiene un efecto negativo en la población animal autóctona.

Los perros ferales son canes domésticos generalmente abandonados por sus dueños en los límites del PANEC que, al verse libres, retoman el comportamiento de sus antecesores, los lobos, y se unen en jaurías lideradas por un macho o hembra alfa.

“Son perros grandes: labradores, pastores alemanes, beagles… que adquieren este comportamiento y se dedican a matar a los animales que ellos consideran sus competidores más cercanos; en este caso, a los carnívoros silvestres como el zorro y el gato montés”, argumentó la Dra. Hernández Camacho.

“Lo peor es que no lo hacen por comer, sino que matan por matar, lo que pone en riesgo el equilibro del medio ambiente. Incluso, hemos visto disminución en la población de codornices y conejos en los senderos”, manifestó la catedrática, quien agregó que estos perros también han ocasionado la muerte de venados y han agredido a visitantes y cuidadores del Parque.

La Dra. Hernández aseveró que es necesario realizar la extracción de estas jaurías, por lo que se propuso a la dirección del PANEC un programa de tratamiento para especies invasoras, bajo un proceso de concientización que permita que los residentes cercanos al parque no abandonen a sus perros ahí. También, dijo, urge una colaboración con las autoridades municipales para efectuar la reubicación de los perros ferales.

Por otra parte, la docente universitaria informó que, junto con 10 alumnos de la materia de Zoología, desarrollan un programa de voluntariado para acudir –por lo menos una vez al mes– a apoyar al Parque con la limpieza y arreglo de jaulas, así como con el cuidado de los animales que se encuentran ahí y que en su mayoría han sido decomisados por la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (PROFEPA) y que por su condición de maltrato o por razones de procedencia no han podido ser reintroducidos a la naturaleza.

La Dra. Hernández invitó a la población a ayudar al PANEC con alimentos, periódico y mantas para mantener en óptimas condiciones a la fauna que ha sido rescatada y que se encuentra en custodia en sus instalaciones. “El Cimatario es muy importante como símbolo de Querétaro, su cuidado es invaluable”, concluyó.

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