Ante el riesgo de colisión de asteroides contra nuestro planeta, existen diversas iniciativas para hacerle frente en las que la utilización de un láser parece ser el factor común. Un auténtico sistema de defensa orbital.

La primera de las iniciativas ha sido bautizada como DE-STAR (Directed Energy System for Targeting of Asteroids and exploRation) y el láser estaría dividido en varias fases a lo largo de la órbita terrestre. Su funcionamiento es simple: el dispositivo proyectaría un láser hacia un asteroide, con la suficiente energía como para calentar su superficie y vaporizar roca sólida, lo que generaría una fuerza de reacción que empujaría al objeto en otra dirección (tras expulsar ese material vaporizado), algo completamente plausible con la tecnología actual.

El único “inconveniente” (o desafío a día de hoy), es crear un sistema con la magnitud necesaria para el asteroide o los asteroides en cuestión. Por ejemplo, para un asteroide de 110 metros de diámetro, haría falta una matriz láser de igual longitud para trabajar adecuadamente a distancias de unos 3 millones de kilómetros.

La segunda iniciativa es DE-STARLITE, un láser más pequeño que podría viajar junto al asteroide con objeto de desviar su trayectoria hasta que no entrañase peligro para nosotros. A nivel práctico, este sistema es más accesible, puesto que una versión de 20 kW operativo durante 15 años podría desviar un asteroide de tamaño de Apophis (con 350 metros de diámetro y con una probabilidad relativamente alta de colisión con la Tierra en el año 2029) a una distancia igual al diámetro de la Tierra. Más pequeño, pero más efectivo a corto plazo. Solo necesitaría más tiempo cuanto mayor sea el tamaño del asteroide o un láser de mayor tamaño para reducir con ello el tiempo, comentan los investigadores de la Universidad de California en Santa Barbara (EE.UU.) a Astrowatch.net.

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