Más que del cálido clima de la costera guerrerense, la boy band mexicana CD9 se contagió del calor humano de sus seguidores que se dieron cita en Fórum de Mundo Imperial este fin de semana.

El quinteto correspondió a la euforia de sus fans, las más adolescentes, con sus voces a ritmo de pop en 18 temas, un despliegue de luces de colores, coreografías improvisadas a lo que dictó la música y una sonrisa dirigida a cada una de las butacas del recinto en su Evolution Tour.

A las 19:30 horas del sábado, el telón se abrió y un destello lumínico deslumbró a los dos mil 900 asistentes, según cifra de los organizadores, de los cuatro mil de capacidad del Fórum. Fue tan sólo un aviso para anunciar la llegada de los integrantes de CD9, quienes aparecieron sobre una estructura metálica.

Cuatro músicos bajo tal plataforma iniciaron los acordes de Jaw Dropper(Peligrosa) y desde ese momento la música no paró de sonar ni las imágenes de proyectar estelas de colores vivos para no dejar escapar la atención de los asistentes.

Así continuaron Ven dime que no, Me equivoqué, Guilty Pleasure (Placer culposo) y el popurrí con The Party, Terminó y Para siempre, para finalizar tal segmento con Nuestro secreto.

Las jóvenes y niñas lucieron playeras y gorras con el logotipo de la boy band, mientras agitaron banderines alusivos al quinteto conformado por Jos Canela, Alonso Villalpando, Freddy Leyva, Alan Navarro y Bryan Mouque.

Los gritos ensordecedores del público se escucharon ante la pregunta, a manera de saludo, de CD9: «¿Cómo se la están pasando? ¿Vienen con ganas de bailar y cantar? ¡Muchas gracias Acapulco!».

Así Error perfecto fue el preámbulo para la conquista.

«Está noche las queremos invitar a bailar, porque a través de sus ojos podemos ver lo auténticas que son». La frase quedó a tono para Lo que te hace perfecta y el medley Eres, Eternamente y Aprenderé a vivir.

La velada cobró tintes de románticas canciones cuando CD9 subió a la estructura y se sentó al borde para interpretar A tu lado.

Los espectadores, algunos acompañados de sus padres, no pararon de gritar. La emoción fue contagiosa y la diversión estaba a punto de desplegarse en escena.

El quinteto regresó en patines sobre la duela y lanzó pelotas de colores para Own the Night y I Feel Alive, uno de sus temas más sonados incluido en su más reciente álbum, Evolution.

Los ánimos quedaron exacerbados y CD9 registró tal momento en una selfie.

Los celulares desplegaron sus cámaras y, teniendo al frente a la agrupación con un halo de imágenes de un sol rojo incandescente, retrataron el punto exacto de «Ángel cruel».

Papeles de colores volando sobre la audiencia anunciaron la despedida. Sin embargo, el adiós se prolongó con Shakespeare & serenatas y Dime.

A lo largo del concierto, los integrantes de CD9 cambiaron algún elemento de su vestuario en seis ocasiones para darle color y movimiento al escenario.

Parte del éxito de la agrupación mexicana nacida en 2013 a través de las redes sociales son sus canciones hechas de promesas amorosas, de vida y diversión en una edad en la que tales inquietudes forman parte del cotidiano.

El cierre estuvo acompañado de saltos de los coders, como llaman a sus fans, con Get Dumb, tema en el que bailaron una coreografía en conjunto y que compartieron con las voces grabadas e imágenes del grupo femenino Crayon Pop.

Tras 90 minutos, CD9 se despidió de Acapulco con Dejá Vu. Sólo quedó una ráfaga de confetis en el cabello del público y el eco de la música en sus oídos.

Excelsior.

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