El abaratamiento de los alimentos procesados los ha puesto al alcance de un mayor número de mexicanos, lo que a la larga resulta en costos mayores en términos de afectaciones a la salud tanto para las personas como para los gobiernos estatales y federal, afirmó el director de la Fundación Mídete, Luis Manuel Encarnación.
Muchos productos procesados, con alta cantidad de azúcares y grasas, son cada vez más baratos y están al alcance de la mano, pero hablando de salud «lo barato sale caro», advirtió el directivo.
Y es que el creciente acceso a estos productos a la larga repercute en la salud física de las personas, provocando que padezcan además de obesidad, enfermedades que ocasionan grandes gastos tanto para las familias como para el Estado.
Encarnación detalló que enfermedades como la diabetes, algunos tipos de cánceres, hipertensiones y enfermedades cardiovasculares cuestan al Estado cerca de 80 mil millones de pesos al año y de no ser atendidos como se debe, para el año 2015 este gasto alcanzaría los 151.000 millones.
«En la actualidad, México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en obesidad y el primer lugar en obesidad de mujeres y niños, además de que somos el primer consumidor de refrescos y pastelillos en el mundo, lo que nos lleva a una gran problemática de salud pública que no solo afecta al Estado, a las empresas, sino a las empresas familiares y a la productividad de las personas», indicó.
PROBLEMAS DE SOBREPESO
Además ha dicho que «debido a la mala alimentación en el país, siete de cada 10 adultos tienen problemas de peso y uno de cada tres niños y adolescentes, por lo que resaltó la necesidad de una mayor actividad física, así como una modificación en los hábitos de vida de los mexicanos».
«Es una clara problemática que se tiene que combatir y nosotros como fundación estamos muy preocupados por esto y por lo tanto trabajamos no solo en políticas públicas, sino también en programas sociales», añadió.
Como parte de esta iniciativa, dijo que la fundación Mídete, con apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) celebrarán este 22 y 23 de marzo la feria gastronómica ‘La Buena Comida’, evento que tiene por objetivo promover la buena alimentación y el acceso a las personas a información sobre cómo cuidar su salud con alimentos y productos que son bajos en calorías, sustentables y orgánicos.
Con encuentros como este, «se busca una modificación de los patrones de consumo de la gente y sus estilos de vida, a fin de que estos sean más saludables, donde los beneficios se reflejen en el corto, mediano o largo plazo, pero principalmente en los ahorros que representa comer sanamente», destacó.
Encarnación subrayó que además de una campaña, también se está creando conciencia entre las personas sobre el mito de que comer saludable es caro, pues en el país «la producción de frutas, verduras y hortalizas es inigualable, por lo que buscamos ponerlas al alcance de todos, ya que comer saludable no significa ir a un restaurante donde te vendan una ensalada, sino que se trata de una modificación en los hábitos de consumo y compra».
De continuar con estas estrategias, por lo menos en una generación comenzarán a verse resultados reales en cuanto a los índices de consumo, pues esta modificación en relación a costos de tratamiento y gastos por enfermedades se verán reducidos y permitirán que los mexicanos alcancen un mejor nivel de vida, confió el director de la Fundación Mídete.