Raúl Jiménez no pudo contener el llanto y las lágrimas le brotaron apenas instantes antes de tomar el avión que lo llevaría a su próximo destino, el Atlético de Madrid, equipo que este miércoles hizo oficial su compra para las próximas seis temporadas.

Fueron más de 20 medios de comunicación, decenas de aficionados y varios familiares los que acudieron a la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para ver y despedir al nuevo ariete rojiblanco causando caos y tumultos en una situación que se salió de control por parte de las autoridades que intentaron controlar el desorden.

Fue cerca de las 19:00 horas cuando el jugador mexicano llegó al Aeropuerto en compañía de su padre, quien viajó con él a tierras españolas y desde ese momento los tumultos aparecieron al no poder bajar de su automóvil para ingresar en la terminal.

Ya adentro y después de que su padre abogara por la tranquilidad, Jiménez logró esquivar a prensa y aficionados para llegar a documentar en el mostrador, sin embargo, los aficionados se colaron hasta donde se encontraba y ahí comenzó el desorden.

Jiménez firmo varios autógrafos y después comenzó a despedirse de sus familiares pero fue al momento de abrazar y besar a su madre cuando las. Lágrimas brotaron en el delantero al tiempo que sólo respondió: «Estoy muy agradecido».

Por: Medio Tiempo

 

Compartir