Ricardo Peláez, directivo del América, es frontal. Dice que el caso del francés André-Pierre Gignac, que salió con un esguince de segundo grado en el partido ida de la final, es extraño y espera que juegue la vuelta en el estadio Universitario. Luego que la comisión Disciplinaria desestimara sancionar a Bruno Valdez y a Pablo Aguilar, tras la protesta de Tigres.

Es extraño el caso, no tengo más palabras para eso, ojalá juegue (Gignac) y se recupere pronto”, dijo el presidente deportivo de las Águilas.

El América viajó a la ciudad de Monterrey para jugar mañana la final contra Tigres, partido en el que los azulcremas buscan ganar el décimo tercer campeonato en su historia y cerrar el año del Centenario con el título. A pesar de los reclamos de su rival, el directivo del América deseó suerte al árbitro, Jorge Isaac Rojas, y aseguró que ellos no presionarán al arbitraje.

Nosotros no vamos a presionar a nadie, al contrario, le deseamos suerte al árbitro y nos vamos a dedicar a jugar futbol, a hacer y repetir el trabajo que nos ha llevado a la final de la Liga”, agregó Peláez.

Sobre pasar la Nochebuena en Monterrey, el directivo aclaró que, para él y los jugadores, el América es su segunda familia.

Estamos con nuestra segunda familia, todos juntos. Peleando por un objetivo y con mucha ilusión. Sabemos que todo trasciende a nuestras familias primarias, posteriormente”, finalizó.

Excelsior.

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