Yuriria-SierraCuando alguien ha sido exitoso en una empresa que parecía casi imposible es inevitable que crea que ya no hay inalcanzables para él. Y cuando alguien ha sido exitoso en una empresa que parecía casi imposible es inevitable que los demás teman que no existan inalcanzables para él. Casi como en un juego de espejos, la “grandiosidad” se nutre del temor ajeno. Y éste es uno de los secretos no tan secretos de cualquier tipo de poder: la capacidad de “hacer creer” algo a los demás. Aquello de “haz fama y échate a dormir”. Lo vimos durante décadas con un personaje como Elba Esther Gordillo, que ayer cumplió un año tras las rejas. Lo vimos también durante 13 años con “El Chapo”, que ayer cumplió un día, formalmente, tras las rejas… “Hacer creer”, como acto de prestidigitación de los magos del poder, hasta que un buen día alguien les descubre el truco bajo la chistorra.

¿Cuál es la principal razón por la que Joaquín “El Chapo” Guzmán se quedará en México a cumplir su condena y no se le extradita inmediatamente a Estados Unidos…?, le pregunté ayer a Eduardo Sánchez, vocero de Presidencia, quien respondió: “Como decía ayer el procurador, Jesús Murillo Karam, hay cuentas pendientes con la justicia mexicana. Recordemos que hay una sentencia de 20 años que no fue cumplida, ya que esta persona evadió la acción de la justicia y escapó de la cárcel. Además otras muchas acusaciones (…) después se podrá hacer un análisis de las solicitudes de extradición que en su momento dado se presenten. El procurador y el secretario de Gobernación han sido muy claros: las cuentas pendientes con la justicia mexicana deben saldarse…

Si ya se escapó una vez de un penal de máxima seguridad, ¿no temería el Gobierno federal que intente hacer lo mismo?

“En ese sentido se han tomado todas las precauciones para que esto no ocurra de nuevo. El Gobierno mexicano ha llevado a cabo diversos protocolos, diversas medidas de seguridad para que esta persona realmente esté recluida conforme a los reglamentos que para tal efecto aplican a reos de su peligrosidad. Y, por el otro lado, para que en él no exista ninguna posibilidad de que evada nuevamente a la justicia…” Que ya no habrá carrito de la lavandería ni similares para “El Chapo”. Esperemos. Porque si lo que los inversionistas del mundo esperan es una clara señal de respeto a la legalidad y una disminución no sólo de la inseguridad sino de los niveles de corrupción para traer su dinero a nuestro país, garantizar que “El Chapo” no “hará nuevamente de las suyas” será condición elemental.

La más importante captura de un capo, de un criminal, que se ha realizado en los últimos años, seguirá generando preguntas. E historias. Y sospechosismos. Y mitos. Esperemos que el gobierno siga teniendo la voluntad para responder a todos éstos.

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