La epidemia de obesidad que se vive en México está ligada al calentamiento global, afirmó Rodolfo Acuña Soto, investigador de la Facultad de Medicina de la máxima casa de estudios.

La razón deriva de que para alimentar a una sola persona se genera una enorme cantidad de energía, particularmente en el contexto de una sociedad de hiperconsumo de alimentos, sobre todo industrializados, explicó el académico universitario.

Ejemplificó: para que una sola barra de galleta llegue al consumidor se requiere de mucha energía que “es carísima desde el punto de vista ecológico”. Y es que para la operación de la cosechadora y el molino de trigo se queman combustibles fósiles, a lo que se suma el calentamiento del horno donde se cuece, más lo necesario para transportar el producto.

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