dificios severamente dañados desde el pasado 19 de septiembre, provocaron temor ante el nuevo sismo de magnitud 7.2 ocurrido a las 17:39 horas de este viernes entre vecinos de la colonia Paseos de Tasqueña, en la delegación Coyoacán.

Los inmuebles se ubican en las calles Paseo del Río número 10 y 20, en Paseo Nuevo 65; en el entronque de las calles Paseos de los Pirules e Higueras y en el cruce de Paseo de los Sauces y Los Laureles.

Tras activarse la Alerta Sísmica, los edificios y casas fueron desalojados por completo a tiempo, por lo que en cuanto comenzó el movimiento la gente en las calles se comenzó a abrazar.

El servicio de energía eléctrica no fue suspendido, lo que motivo que el regreso a las viviendas se realizada minutos después de ocurrido el temblor y las réplicas han pasado inadvertidas.

Los daños causados en el condominio de ocho niveles de Paseo del Río 10 desde el terremoto de septiembre de 2017, provocaron que se inclinara sobre el edificio de su costado izquierdo, por lo que ambos edificios están desocupados desde esa fecha.

El inmueble de esa calle, pero del número 20 también está desalojado por daños estructurales, por lo que en el momento de comenzó a sonar la alerta sísmica, lo vecinos de la zona desalojaron de inmediato  sus edificios.

En la calle de Paseo Nuevo un tanque de gas de 600 kilos, ubicado en la azotea del edificio de siete niveles del inmueble ubicado en el número 65, causó preocupación ante el nuevo movimiento telúrico.

“Desde que desalojaron el edificio, las autoridades de la delegación dijeron que iban a desmontar el tanque, el edificio quedó muy dañado, cuando empezó a sonar la alerta fue lo que más nos preocupó.

“Al edificio se le cayó otra parte de la fachada y en el sótano empezó a brotar agua”, comentó Cecilia, una vecina de la calle Paseo Nuevo.

De hecho, al edificio se le desprendió una parte de la fachada ya dañada, y un cable cayó a la mitad de la calle, en donde está restringida la circulación.

Otro de los edificios de departamentos dañados desde septiembre se ubica en donde entroncan las calles Paseo de Los Pirules e Higueras, en donde los vecinos desalojaron rápidamente para replegarse en un parque de la zona, hasta que llegó por completo la noche.

En el cruce de Paseo de los Sauces y Los Laureles, un edificio de cinco pisos sufrió casi por completo el desprendimiento de los acabados de la fachada, también desde el sismo de septiembre del año pasado.

Por estar a la vista los ladrillos de cada uno de los departamentos, los vecinos consideran que es un riego para la colonia, por lo que este temor resurgió con el sismo de viernes.

Compartir