La ciudad canadiense de Fort McMurray, en el norte de la provincia de Alberta, permanece amenazada por incendios “catastróficos” que obligaron a desalojar de urgencia a unas 80 mil personas en un total de cien mil habitantes.

Los incendios avanzan desde hace dos días y ya alcanzaron viviendas y parques reservados para las casas rodantes, muy comunes en esta región en la que el empleo depende totalmente de la actividad de las compañías petroleras.

“Es una pérdida en una escala difícil de imaginar para muchos de nosotros”, dijo ayer el primer ministro Justin Trudeau.

“Las previsiones que tuvimos no sólo fueron verificadas, incluso fueron peores de lo que podíamos imaginar”, comentó la alcaldesa de la ciudad, Melissa Blake, durante una conferencia de prensa telefónica.

Las autoridades canadienses emitieron el martes un aviso de evacuación obligatoria de todo Fort McMurray, a causa de un importante incendio forestal, atizado por los vientos, que destrozaban las primeras viviendas.

A causa del rápido avance del incendio, se declaró obligatoria la evacuación total de la ciudad. Según el jefe de servicios de urgencia de Alberta, Scott Long, 80 mil personas abandonaron ayer Fort McMurray.

Según la emisora CBC, las llamas ya han destruido varias casas. También ha sido evacuado el único hospital en la ciudad, situada en la provincia de Alberta.

“No puedo evitar recordarle a cualquiera que las próximas 24 horas (hoy) serán cruciales”, informó Bernie Schmidt, director delegado del bosque en Alberta.

“Son incendios catastróficos y la situación es explosiva”, añadió el funcionario. Según él, los incendios ya arrasaron diez mil hectáreas y más de dos mil viviendas resultaron destruidas en los barrios más alejados del centro de la ciudad.

Los vuelos a Fort McMurray fueron cancelados temporalmente desde ayer.

En las labores de extinción participan nueve aviones, unos 12 helicópteros y alrededor de 100 bomberos.

Hasta el cierre de esta edición no se habían reportado víctimas, según los servicios de urgencia, sin embargo, se registraron importantes daños materiales.

El incendio alcanzó el barrio de Beacon Hill, una zona habitada entre el río Hangingstone y la autopista 63, a cinco kilómetros del centro y donde 80 por ciento de las viviendas resultaron destruidas por las llamas.

Excelsior.

Compartir