Married couple counting family budget sitting at desk with documents

El empeño es una de las tres principales soluciones que usan los mexicanos para enfrentar las deudas de inicio de año, sólo después de buscar un ingreso extra y usar algún fondo de emergencia o ahorro, de acuerdo con un sondeo realizado por la plataforma de servicios financieros Coru.com y la empresa de estudios de mercado Brad Engagment.

Entre los artículos que los mexicanos empeñan para salir de sus deudas son: joyas (32.2%), televisores (20.2%), computadoras o tablets (16.6%), celulares (14.4%), relojes (12.6%) y otros (4%), según el mismo sondeo.

En tanto, el monto que esperan recibir por el empeño de sus bienes va de mil a 3 mil pesos (41.5%), 3 a 5 mil pesos (35.9%), de 5 a 10 mil pesos (8.8%), mientras que sólo un 9.7% espera recibir menos de mil pesos y un 4.1% por más de 10 mil pesos.

“Aunque actualmente existen muchas sucursales de empeño, no todas son justas con sus clientes o no están alineadas a los requisitos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco)”, advierte Luis Madrigal, director de Coru.com

De acuerdo con el INEGI, en el país operan bajo el esquema de empeño más de nueve mil montepíos y casas de empeño. Dos son instituciones de asistencia privada que trabajan sin fines de lucro (Nacional Monte de Piedad y Fundación Rafael Dondé) y las empresas de carácter privado.

Con el fin de acudir a una institución confiable y regulada, hay que identificar los elementos que pueden tratarse de un fraude y evitar esas dependencias. Entre las señales sospechosas a detectar están:

1) Se prometen montos demasiado elevados por la prenda en garantía.

Atención: al empeñar, debe haber un proceso de valoración, y por lo general los valuadores otorgan la mitad del costo real del objeto, como máximo. Eso sin contar los costos de almacenaje e intereses.

2) No explican los derechos del cliente que empeña algo.

Hay que recordar que no es una venta, sino que se deja una prenda como un ‘seguro’ para obtener el préstamo. En teoría se puede recuperar pagando la cantidad que prestan, más los intereses generados. Pero si el cliente no pudo pagar en tiempo y forma y su prenda fue puesta en venta, tiene derecho a demasía: saber el monto de la venta, y en caso de haber sido mayor, averiguar si es meritorio de una compensación.

Además, si el cliente pierde la intención de regresar por su objeto en prenda, debe notificarlo para evitar pagar la cuota de interés mensual

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