El camino de la humanidad hacia las estrellas también ha tenido héroes no muy reconocidos públicamente pero igualmente valiosos para nuestro avance espacial. Una de esas personas fue el cosmonauta soviético Vladímir Mijáilovich Komarov (1927-1967).

Su vuelo espacial en la Soyuz 1 lo convirtió en el primer cosmonauta soviético en volar al espacio exterior más de una vez pero, por desgracia, también se convirtió en el primer ser humano en morir en una misión espacial.

Este fatídico momento ocurrió durante la misión de viajar a la Luna con la cápsula espacial Soyuz 1. El coronel Komarov era el único tripulante. Lo cierto es que el vuelo, que apenas duró un día, estuvo repleto de problemas técnicos, incluso antes de su despegue. Como no querían retrasar la misión, siguieron adelante con el lanzamiento. Sin embargo, cuando Komarov regresaba a la Tierra viendo que iba a ser imposible completar su objetivo, los paracaídas también fallaron y la cápsula se estrelló brutalmente contra la Tierra.

Como curiosidad, Komarov y Yuri Gagarin eran grandes amigos; a menudo salían juntos de cacería y sus familias se reunían con asiduidad. Si él decidía no volar, era Gagarin quien iba a encargarse de esta misión al ser el piloto de reserva, pero comentó a sus compañeros que como sabía que probablemente moriría, no quería que su lugar lo ocupara su amigo Gagarin. Y así fue.

El fallecimiento de Komarov se produjo el 24 de abril de 1967, en Óblast de Oremburgo (Rusia). Tenía solo 40 años.

Un cráter lunar y un asteroide descubierto en 1971 llevan su nombre.

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