En un punto de control vehicular instalado en prolongación Bernardo Quintana, personal policial del municipio de Querétaro le marcó el alto un vehículo Pontiac, cuyos tripulantes ingerían bebidas alcohólicas, lo que representaba una falta administrativa.

Los elementos policiales se percataron que en los asientos traseros del automóvil, se transportaban garrafas en cuyo interior había aparente combustible, resultando ser cinco de ellas de una capacidad de 20 litros y un tambo de 50 litros, así como una manguera.

Ante los hechos, y al no acreditar la procedencia legal del hidrocarburo, los sujetos fueron asegurados, dándoles a conocer los derechos que los asisten, para posteriormente ser trasladados ante las autoridades del fuero federal y continuar con las indagatorias.

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